La sociedad mexicana censura el ejercicio pleno y responsable de este derecho
Aun cuando 93% de los jóvenes de 13 a 24 años conocen algún método anticonceptivo, sólo 55% de las mujeres lo emplean con regularidad, muestra investigación de la UNAM
Lunes 14 de julio de 2014, p. 37
En México es común que los adolescentes y jóvenes no asuman con responsabilidad el ejercicio de su sexualidad, lo que provoca que uno de cada cinco nacimientos en el país ocurra en madres menores de 20 años, además de que siete de cada 10 jóvenes permiten que en sus relaciones de pareja se presente cierto algún tipo de violencia (sicológica, física o sexual).
Irene Casique Rodríguez, académica del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), con sede en Cuernavaca, Morelos, aseveró que lo anterior ocurre principalmente debido a que el ejercicio de la sexualidad, en particular entre adolescentes, es criticado y vetado entre la sociedad mexicana, lo que impide que practiquen este derecho de manera plena y responsable.
En el proyecto Adolescentes al margen de la salud sexual y reproductiva: género, poder y violencia, liderado por la especialista, ésta planteó la necesidad de que en todos los ámbitos (familia, escuela, sector salud e instituciones dedicadas a la juventud, entre otras) se les brinde información apropiada y oportuna
, acceso a los recursos y confianza en su capacidad de acción para que tengan control sobre su vida.
La investigadora universitaria encontró que aun cuando 93 por ciento de los jóvenes (de 13 a 24 años) conocen algún método anticonceptivo, sólo 55 por ciento de las mujeres sexualmente activas en ese grupo de edad emplea alguno con regularidad.
Un dato preocupante, resaltó, es que 20 por ciento de los recién nacidos en México tienen madres menores a 20 años. Otro dato muestra que por cada mil mujeres de 15 a 19 años, 77 se embarazan.
En el caso de las agresiones en el noviazgo, la investigadora señaló que los datos más conservadores muestran que existe una prevalencia de 40 por ciento de violencia emocional para ambos sexos, mientras la física la ejercen cerca de 10 por ciento de los hombres y 3 por ciento de las mujeres. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud revela que tres de cada 10 adolescentes en México denuncian sufrir violencia en el noviazgo; 73 por ciento de grupo de entre 15 y 24 años ha sido víctima de agresiones sicológicas, 15 por ciento de violencia física y 16.5 por ciento de las mujeres ha vivido al menos una experiencia de ataque sexual.
Estos datos se explican –aseveró la investigadora– debido a que la colectividad entiende que la violencia hacia la mujer está normalizada
y en ocasiones se asume como una expresión de amor
, como los celos excesivos, además que también se considera a los actos de violencia como un elemento connatural a la masculinidad
.
Por ello, propuso empezar a cambiar la censura social hacia la sexualidad adolescente y los avales sociales respecto del ejercicio de la violencia contra la mujer.
En el caso de los jóvenes, acotó, un elemento clave es darles una educación inmersa en valores nuevos (como igualdad, equidad de género y respeto a las diferencias), así como acceso a conocimientos y recursos que hasta ahora se les han negado.
Subrayó que es preciso insistir ante las instancias de salud en la creación de servicios amigables para el adolescente y poner énfasis en la importancia que esto tiene a corto plazo en la prevención de embarazos no deseados e infecciones de transmisión sexual.
Respecto de la violencia, se debe insistir en la información y la reducación, porque todavía hay expresiones que no se ven como tales y es necesario hacerlas visibles.
La familia también debe jugar un papel central y dar información sobre su prevención y el ejercicio de una sexualidad segura, responsable y sana, agregó.