El coloquio México-Santa Sede sobre migración internacional y desarrollo pretende colocar en el debate sobre los menores migrantes no acompañados el reconocimiento del valor de su dignidad humana como agentes de contribución al desarrollo en sus países de origen y de destino, afirmó el embajador de México ante el Vaticano, Mariano Palacios Alcocer, tras advertir que la participación en este coloquio del secretario de Estado de la Santa Sede, Pietro Parolin –primera fuera de Europa–, hace evidente el interés que del tema y sobre México tiene el papa Francisco.

En entrevista con La Jornada, el diplomático destaca que hay un fenómeno interesante en el encuentro, que tendrá lugar este lunes en la cancillería: la participación de los episcopados de América Latina y América del Norte, que han dado muestra de un acompañamiento eficaz en distintos temas con México.

Le pongo un caso: el tema de la pena de muerte. La Iglesia, que defiende la vida desde su concepción hasta la muerte natural, ha sido un elemento que acompaña muy bien las demandas de México en relación con las sentencias de muerte a mexicanos en Estados Unidos; así como en estos casos hemos tenido procesos de acompañamiento eficaces, es posible que así los tengamos en el tema de la migración, porque creo que el trabajo de la diplomacia es encontrar y explotar el potencial de las coincidencias y tratar de conciliar y distender los conflictos por las divergencias.

Consideró que el que se dé por primera ocasión un diálogo entre la Santa Sede y las autoridades mexicanas con una visión regional del fenómeno, y de que se analice la perspectiva específica de los menores con las vulnerabilidades en materia de seguridad, de derechos humanos, que se analice la perspectiva económica y las deficiencias jurídicas institucionales y de políticas públicas, puede dar una visión, no que solucione un problema tan complejo, pero sí que ofrezca una nueva forma de aproximación al fenómeno para contar con mayores elementos de juicio para la toma de decisiones.

Al encuentro acuden especialistas del más alto perfil de la academia; los ministros de Relaciones Exteriores de Honduras, Mireya Agüero; de Guatemala, Luis Fernando Carrera Castro, y de El Salvador, Hugo Martínez; el Consejo del Episcopado Latinoamericano, una representación del episcopado mexicano y una del de Estados Unidos, entre otros.

Destaca que en el coloquio habrá revisión de los instrumentos normativos institucionales y de políticas públicas que atienden el tema de la migración en cada país.

Muchas veces no se sabe en los países vecinos cuáles son los instrumentos puntuales que regulan los procesos migratorios o cuáles son las distintas calidades o permanencias migratorias lícitas en un país o en otro, y el hecho de que cambie la calidad migratoria de ninguna manera desmerece la condición humana y este fenómeno de acompañamiento entre valores humanos, orden jurídico, desempeño institucional en nuevas políticas públicas, bien coordinadas a nivel interestatal, me parece que puede ser un elemento que ayude a hacerle frente a la migración de menores no acompañados.

Si no se conoce el orden constitucional para saber dónde se ubica la competencia de la materia poblacional y migratoria y quiénes son los entes responsables de hacerles frente o las instancias de coordinación en cada país, se bordará en el vacío.