l mundo alucinante. El 6 de octubre de 1997 se inauguró en una céntrica estación del metro parisino un mural realizado por el artista huichol Santos de la Torre, mismo que hasta la fecha sigue instalado ahí, incorporado al paisaje urbano, y por lo mismo, de algún modo, olvidado.

Eco de la montaña, estupendo documental de Nicolás Echevarría (María Sabina, mujer espíritu, Poetas campesinos, La cristiada, Cabeza de Vaca), rescata imágenes de la ceremonia oficial de inauguración del mural, presidida por los presidentes Ernesto Zedillo y Jacques Chirac, a la cual el propio artista no fue invitado. Pero lejos de detenerse en esa injusticia, y en el laberinto burocrático que recorrió el autor del mural antes de recibir su paga, el cineasta elige tomar el suceso como punto de partida para una exploración, a lado del artista, de algo más fascinante: la elaboración, de frente a la cámara, de un nuevo mural parecido y la explicación de sus motivos simbólicos, acompañada la empresa de un recorrido por los lugares sagrados de la cultura huichol.

Aquel mural de la estación Palais Royal, integrado por 80 rectángulos y ornado con más de dos millones de piezas de chaquira, ilustra una parte esencial de la cosmogonía de los huicholes. Y el mural nuevo que Santos y su familia elaboran ante la cámara de Sebastián Hoffman (Halley, 2012), se vuelve el guión de la cinta, con Echevarría manteniendo una distancia respetuosa, sin protagonismo inútil, garantizando, eso sí, con su experiencia de gran conocedor del mundo indígena, la coherencia del conjunto: los ritos domésticos, las festividades religiosas, los motivos simbólicos.

El narrador es Santos de la Torre, quien refiere su experiencia artística y explica la importancia de un motivo esencial en la cosmogonía de los huicholes, el peyote, ese ojo de Dios y ojo de la montaña, cuya ingestión confiere poder y abre las puertas de la energía y el entendimiento. El recorrido por la ruta sagrada del peyote muestra también la manera en que la modernidad va cercenando el espacio natural de los huicholes, y como estos convierten sus ritos ancestrales en una novedosa estra- tegia de resistencia cultural. Echevarría lo comprende bien y restituye con su cinta esa visibilidad escatimada al mundo indígena. Eco de la montaña es una cinta muy lograda, necesaria y pertinente, que contribuye a reparar la injusticia a un artista indígena por un desdén oficial todavía persistente.

Se exhibe en la sala 1 de la Cineteca Nacional. 16 y 21 horas.

Twitter: @CarlosBonfil1