El escritor español durante su exilio en México comenzó la obra y la concluyó en París
Permanecerá en cartelera de jueves a domingo, hasta el 27 de julio, en el teatro Jiménez Rueda
Domingo 13 de julio de 2014, p. a10
La destrucción, la muerte de dos hermanos uno a manos del otro, lo ilógico de la guerra y la búsqueda de justicia dan forma a la puesta en escena La sangre de Antígona, escrita por José Bergamín, que se restrenó este sábado en el teatro Jiménez Rueda, con la dirección de Ignacio García.
Esta obra, que presentó la Compañía Nacional de Teatro (CNT) en el Festival Internacional Cervantino del año pasado, retoma el mito de Antígona, uno de los personajes que ha atraído la imaginación de muchos escritores, comenzando por Sófocles y su tragedia, para hablar de la familia, el deber de la sociedad, el cumplimiento de las leyes y la muerte.
Antígona es hija de Edipo y Yocasta; sus hermanos son Ismene, Polinices y Etéocles, ambos, blanco de una maldición lanzada por su padre que dice que se matarán entre ellos. La maldición se cumple y ahí se inicia La sangre de Antígona, donde el personaje principal, contra lo ordenado por Creonte, su tío, ahora en el poder, sepulta a su hermano Polinices y ello la lleva a ser condenada a muerte. Antígona, interpretada por la actriz Érika de la Llave, se suicida.
Bergamín, uno de los principales intelectuales españoles que vivió en el exilio en México, entre otros países, tras el triunfo de Franco en la guerra civil española inició la escritura de La sangre de Antígona en este país, donde fundó la editorial Séneca y publicó Poeta en Nueva York, de Federico García Lorca. Recuerda el director de la CNT, Luis de Tavira, en el texto que se publica en el programa de mano, que García Lorca entregó a Bergamín el manuscrito “en 1936 para ser publicado en la revista Cruz y raya, que el segundo dirigía en España. Ese mismo año, Lorca fue asesinado en Granada, y la guerra segó también la vida de la revista. Bergamín conservó el manuscrito durante la guerra y lo trajo consigo a México, donde lo daría a luz”, mientras concluyó La sangre de Antígona en París.
Esta obra, homenaje a José Bergamín, es una producción de la CNT en colaboración con el Centro Dramático Nacional, Instituto de las Artes Escénicas y de la Música de España, la Universidad Internacional de La Rioja y la Consejería Cultural de la embajada de España en México. En ella participan los actores Ana Isabel Esqueira (Ismene), Rosenda Monteros (Tiresias), Arturo Beristáin (Creonte), Álvaro Zúñiga (sombra de Polinice/ Soldado I), Rocío Leal (niño) e Israel Islas, que como actor invidado interpreta a la sombra de Eteocles, al segundo soldado y a Hemón, quien es hijo de Creonte y prometido de Antígona. La escenografía es de Jesús Hernández.
La sangre de Antígona, inscrita en la categoría de Patrimonio Universal del Teatro, permanecerá en cartelera hasta el 27 de julio, con funciones jueves y viernes a las 19 horas, sábados a las 19 y domingos a las 28 horas en el teatro Julio Jiménez Rueda (Avenida de la República 154, colonia Tabacalera).