Brasilia, 11 de julio.

La memorable paliza que sufrió la Seleçao ante Alemania (7-1) sacudió al futbol brasileño. La prensa local no deja de hablar de la humillante derrota. Los debates sobre el futuro del equipo y de su técnico Luiz Felipe Scolari están en boca de todos, pero de algún modo pospuestos a la espera del partido contra Holanda, este sábado en Brasilia.

Los duelos entre estas escuadras están nivelados: tres victorias para cada una, cinco empates y 15 goles por equipo. Sin embargo, el último golpe en el máximo escenario lo propinó Holanda, cuando eliminó a Brasil en los cuartos de final de Sudáfrica, hace cuatro años.

Y tras lo ocurrido el martes en Belo Horizonte, el denominado mineirazo, la cotización de los jugadores de la canarinha se devaluó. El equipo bajó de unos 612 millones de dólares a 585 millones, según un estudio divulgado hoy por la consultora Pluri.

De los 23 integrantes, sólo el pase de Neymar, de 22 años, se elevó 2.9 por ciento: de 88.5 millones de dólares a 91.3 millones. Dos ejemplos: Fred, de 30 años, sufrió la mayor merma, 15.9 por ciento, al pasar de 8.2 millones de dólares a 6.9 millones. Hulk, de 27 años, cayó 10.4 por ciento: de 53.5 millones de dólares a 48 millones, precisó el director de Pluri, Fernando Ferreira, quien agregó que la disputa por el tercer lugar debe tener poco impacto en estos datos.

Para el partido, se espera el regreso del capitán Thiago Silva, quien no estuvo contra Alemania por sanción. Pero podría haber otras novedades. Scolari pidió a sus futbolistas concentrarse en la conquista del tercer puesto y aliviar el mal sabor de boca que dejó la goleada, porque la vida sigue.

En este contexto, el representante de Neymar, Wagner Ribeiro, criticó vía Twitter a Felipao, lo tachó de viejo tonto, arrogante, mercenario y ridículo. Menos visceral se mostró el ex jugador Rai, quien llamó a buscar las causas, pasando por la organización, la estructura y la formación; como lo han hecho otros países y pidió acabar con la costumbre de cambiar de entrenador de último momento.

En tanto, el técnico Louis van Gaal, quien se despide de la orange para hacerse cargo del Manchester United, dijo en un primer momento que el encuentro no tenía sentido, pero el viernes se aferró a la posibilidad de un triunfo.

Será mi último juego y espero que me quieran dar un regalo en forma de victoria, y así salir del Mundial sin haber perdido un solo partido, explicó.