La agricultura familiar, con gran potencial para crear empleos, destacan grupos de campesinos
desinterés en la seguridad alimentaria
Presentan en El Colmex estudio centrado en México, Chile, Colombia y Guatemala
Viernes 11 de julio de 2014, p. 40
Las acciones dirigidas a pequeños productores agrícolas han sido débiles y hay desinterés del gobierno por la seguridad alimentaria. Este escaso interés en la agricultura familiar explica la creación de programas sociales y de combate a la pobreza rural, así como la desvinculación respecto de los planes productivos, señalan el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y Rimisp-Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural.
Además, hay un enfoque casi exclusivo en favor de la producción comercial con apoyos y subsidios de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), refieren en el estudio centrado en México, Chile, Colombia, Ecuador y Guatemala denominado Agricultura familiar en América Latina: un nuevo análisis comparativo.
En la presentación del estudio realizada ayer en El Colegio de México (Colmex), Kanayo Nwanze, presidente del FIDA, explicó que este que es el Año internacional de la agricultura familiar de Naciones Unidas, se debe destacar que esa actividad tiene gran potencial en la creación de empleos y generación de alimentos; resulta irónico que quienes abastecen de comida al mundo son las poblaciones más desnutridas y en pobreza, agregó.
Los campesinos, dijo, pueden ser parte de la solución de la pobreza y la desigualdad. Las políticas deben proveer de innovación y capacidades. Los pequeños agricultores son determinantes para la seguridad alimentaria y su actividad ayuda a aliviar la pobreza, aunque son excluidos de los mercados
, sostuvo.
De acuerdo con el documento, en 2007 había en México 5 millones 548 mil 845 unidades productivas agropecuarias, de las cuales 57.9 por ciento se dedicaba a la producción familiar. El estudio tomó como base los datos de la Encuesta Nacional de Hogares Rurales de México 2002 y 2007.
Por su parte. Narcedalia Ramírez, directora del Instituto Nacional de la Economía Social, consideró que si no se combate la desigualdad no se puede acabar la pobreza. El asistencialismo alivia urgencias, pero a largo plazo profundiza el sufrimiento de la gente
, dijo. Asimismo, señaló que la agricultura familiar ha jugado un papel importante para la diversificación de las economías locales y ha sobrevivido pese a la lejanía gubernamental.
Antonio Yúnez, investigador del Centro de Estudios Económicos de El Colegio de México, consideró que la Cruzada Nacional contra el Hambre intenta vincular las políticas social y productiva, ya que gran parte de los pequeños productores son parte de la agricultura familiar en el país.
El documento indica que en América Latina los predios agrícolas de pequeña escala ocupan casi 35 por ciento del total del área cultivada. Destaca que esta agricultura es fundamental ante el reto de alimentar a los 9 mil millones de personas que habitarán el planeta en 2050. También juega un papel clave en la diversificación de las economías locales, con el suministro de mano de obra para los sectores no agrícolas y con el impulso de la demanda de bienes y servicios.
En las consideraciones para México, señala que la agricultura familiar subsiste a pesar de los escasos y fragmentados apoyos gubernamentales de corte productivo que se le destinan.