Berlín, 10 de julio.

Espiar a los aliados es una pérdida de energía, afirmó hoy la canciller alemana, Angela Merkel, el mismo día en que su gobierno pidió al gobierno de Estados Unidos sacar de Alemania al director de la oficina de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en este país europeo, en represalia por el descubrimiento de dos espías alemanes que colaboraban para Washington.

Creo que en estos momentos, que pueden ser muy confusos, es decisiva la confianza entre aliados. Es necesario que la confianza y la honestidad sean mutuas. El gobierno alemán sigue dispuesto a demostrarlo y espera la misma actitud de su aliados más cercano, apuntó la jefa de gobierno, poco antes de que el portavoz oficial, Steffen Seibert, anunciara la decisión de Merkel de expulsar al funcionario, cuyo nombre no fue revelado.

Apenas el miércoles, la prensa local informó que fue cateada la vivienda de un empleado del Ministerio de Defensa de Alemania por presuntas actividades de espionaje, pero se desconocen mayores detalles. La semana pasada, un doble agente alemán, de 31 años, fue detenido bajo acusaciones de trabajar para los servicios de espionaje de Washington.

La noticia del miércoles desató hoy duros comentarios de miembros del gabinete de Merkel, particularmente del ministro de Finanzas, Wolfang Schäuble, famoso por hablar sin rodeos, quien dijo que es totalmente una idiotez que Estados Unidos contrate en nuestro país a gente de tercera clase. Con tanta estupidez dan ganas de llorar.

El ministro alemán del Interior, Thomas de Maiziere, aseguró en tono sarcástico que las informaciones que consiguieron los servicios de inteligencia estadunidenses son de poco interés, pero destacó que el daño político es grave y desproporcionado.

No obstante, el funcionario dijo que el centro de contraespionaje del Estado alemán será reforzado, mientras que la agencia alemana de prensa, Dpa, señaló en un despacho que funcionarios del gobierno de Merkel piensan que el descubrimiento de los dos colaboradores de Washington es sólo la punta del iceberg.

A su vez, la ministra de Defensa, Ursula von der Leyen, calificó de justo que Berlín haya enviado una señal clara de que no se tolerará este tipo de vulneraciones a la confianza.

La expulsión de funcionarios de inteligencia o de espías estadunidenses asignados en países aliados es poco común. Un antecedente de esto ocurrió en 1995, cuando Francia pidió a Estados Unidos que retirara a varios agentes por sus actividades en el país europeo.

En Washington, la Casa Blanca declinó hacer comentarios sobre la expulsión de su director de inteligencia en Berlín, aunque la embajada en Alemania destacó en un comunicado su deseo que la cooperación bilateral en materia de seguridad siga siendo importante, porque garantiza la protección de alemanes y estadunidenses.

En el Capitolio, la presidenta del Comité de Espionaje del Senado, la demócrata por California Dianne Feinstein, dijo estar profundamente preocupada por el caso, en tanto que el también senador y miembro del citado ente legislativo Jim Risch afirmó: es evidente que la situación se nos está yendo de las manos.