Donietsk, 10 de julio.

Al menos 50 militares ucranios y 25 separatistas pro rusos murieron luego de que el ejército y la Guardia Nacional, apoyados por vehículos blindados, lanzaron este jueves un fuerte ataque en la localidad de Karlivka, al oeste de Donietsk, y se posicionaron a unos 20 kilómetros al sur de esa ciudad, en el contexto de una ofensiva para cercar a los insurgentes.

Los activistas pro rusos hablaron de unos 50 soldados muertos en los combates en torno al aeropuerto de la ciudad de Lugansk. El ejército reconoció pérdidas, pero dijo que en un enfrentamiento en Karlivka, cerca de Donietsk, murieron al menos 25 terroristas.

No hubo confirmación oficial de estas cifras por parte del gobierno ucranio. Antes, las autoridades hablaron de tres soldados muertos y 27 heridos en combates durante la noche.

En Donietsk se produjeron fuertes combates en torno al inactivo aeropuerto internacional y un portavoz militar advirtió a los habitantes de localidades cercanas que no deben salir de sus casas en ningún caso.

El autoproclamado jefe de gobierno de la república popular de Donietsk, Alexander Borodaj, confirmó los combates y dijo que si el ejército no se retira, unos 100 mil ciudadanos tendrán que abandonar la ciudad por motivos de seguridad.

Pese a las pérdidas en su avance para cercar Donietsk y Lugansk, los dos principales bastiones de los insurgentes, las fuerzas armadas recuperaron además la localidad de Seversk, de importancia estratégica, en el marco de su operación antiterrrorista. Los insurgentes abandonaron sus posiciones tras una breve lucha, dijo una fuente militar.

El presidente ucranio, Petro Poroshenko, dijo en Kiev que ve a los separatisas pro rusos a la defensiva: mediante ataques aéreos y fuego de artillería, el ejército logró reducir la zona de combate a la mitad en los últimos días.

Un responsable ucranio afirmó la víspera que no habrá ningún bombardeo aéreo ni de artillería contra Donietsk y Lugansk, de un millón y 500 mil habitantes, respectivamente.

Sólo habrá un alto el fuego si los pro rusos están dispuestos a hacer concesiones, como dejar las armas y liberar a los presos, reiteró Poroshenko. Según el mandatario, en los lugares liberados se está restableciendo el suministro.

En total, durante la ofensiva en el este de Ucrania han muerto al menos 173 miembros del Ejército y 446 han resultaron heridos desde mediados de abril, dijo el experto militar Dmitri Tymchuk. Sin embargo, la ONU habla de más de 500 muertos, entre ellos civiles e insurgentes. Además, decenas de miles de personas huyeron de las regiones en crisis.

La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, François Hollande, hablaron por teléfono con el presidente ruso, Vladimir Putin, para volver a pedirle que ejerza presión sobre los separatistas para lograr una solución negociada. Putin abogó por una tregua entre las partes.

Mientras, la Unión Europea (UE) endureció las sanciones contra Rusia con la congelación de cuentas y la supresión del visado para viajar al territorio de la UE de 11 personas, sobre todo de líderes insurgentes, con lo que suman 71 las personas afectadas.