El campo de acción de la memética, esa ciencia que estudia los memes como unidades de información sociocultural, es infinito y complejo, pues se trata precisamente del análisis de la cultura humana, señala Alfredo Cuéllar Ramírez, autor del libro Genes y memes: una aproximación a la Teoría Memética de la Evolución Cultural (Ediciones Taller Abierto).

Cuéllar es médico pediatra, etnohistoriador y desde hace una década incursiona en el campo de la memética, tan en boga en el ciberespacio, pero no exclusivo de éste.

Su texto, señala, pretende ser un complemento a la teoría darwiniana de la evolución y, por supuesto, brinda interesantes conceptos más allá de la simple diversión que los memes internautas provocan en un público no docto.

Por ejemplo, el especialista hace una clasificación de esas unidades de imitación o de información de acuerdo con su grado de integración y complejidad. Así, define a un meme como una unidad única de información sociocultural (como la canción del cumpleaños o Las Mañanitas, los pantalones de mezclilla azul deslavada, ofrecer una mejor vida después de la muerte, pintarse el pelo con rayitos, hablar por la calle por teléfono celular, las vacunas o contar un mito).

Un memeplexe sería las “unidades complejas, compuestas de dos o más memes o unidades de información sociocultural, del mismo género, giro o materia” (una escultura del Chac-Mool, un equipo de futbol, una diligencia, un arreglo floral, un edificio inteligente, un automóvil de carreras, una colección internacional de timbres postales).

Un metamemeplexe es “una unidad más compleja de agrupaciones de dos o más conjuntos de memeplexes de igual género, giro, materia o campo semántico” (las facultades y escuelas de medicina, los hospitales, los museos, un catálogo de esculturas del Chac-Mool, un diccionario, una estación de bomberos, el directorio telefónico).

Un ultrametamemeplexe es “la unidad más compleja de agrupaciones de dos o más conjuntos de metamemeplexes de diferente género, giro o materia” (la teoría cuántica, la teoría genómica; las instituciones políticas, militares, religiosas y universitarias; un equipo completo de computación, un tomógrafo computarizado de positones).

Cinco variantes

Cuéllar explica que si se desea analizar o citar, por ejemplo, la tercera sinfonía de Beethoven desde diversos puntos de vista (composición, estructuración, armonía, ritmo, temas, clave en que está compuesta, país, ciudad y año en que fue escrita), entonces la pieza se consideraría un ultrametamemeplex.

Si, en contraste, sólo la nombramos entre un grupo o un listado de sinfonías del mismo autor, será simplemente un meme.

Todo depende del enfoque que desee uno hacer del objeto, pensamiento, institución, disciplina científica, etcétera, que uno quiera tratar de estudiar, analizar o comentar (...) las unidades de herencia sociocultural no tienen una característica única. Como su campo de generación es una cultura dada, su carácter puede ser amplio, complejo y plástico.

El autor añade que la forma de hacer memes está íntimamente vinculada a los sentidos, por lo cual define cinco variantes: memes visuales (ritos, danzas, ceremonias de primavera, de año nuevo, de fin de año, de bodas, fúnebres, modas); memes auditivos (cuentos, historias, leyendas, canciones folclóricas, tonadas, sonidos de algunas palabras); memes táctiles (jugar con plastilina, hacer figuras con arena en la playa, probar la temperatura del agua, elaborar cerámica); memes gustativos (platillos típicos de cada región); memes olfativos (incienso, copal, canela, vainilla, perfume Chanel No. 5, sándalo, azahar, pino).

Por la forma en la que se participa en los memes pueden ser directos, si se ven o escuchan personalmente (relatos de familia, mitos locales, canciones escolares), o indirectos, si se ven en película, video, fotografía, libros, o se escuchan en radio o en una película (canciones de programas de televisión, o grabadas, escenas de cine).

Hay también memes que tienen la intencionalidad de reproducir los conocimientos aprendidos en instituciones sociales como la iglesia o la escuela. Los memes accidentales serían los que tienen conocimientos aprendidos durante la convivencia diaria, o a través de periódicos, revistas, películas, etcétera.

De acuerdo con el estudio de Cuéllar, el primer humano generador de memes habría sido un Homo habilis, y señala a los generadores de memes por excelencia: los políticos, los sacerdotes, los maestros pintores, los grafiteros, los cantantes pop, los científicos, los locutores, Platón, Gutenberg y Einstein, entre otros.

En cuanto a los memes lúdicos, menciona al uso de pelucas, polvearse la cara, usar polvos de rapé, bailar minués, o batirse en duelo, como algunos ejemplos históricos de la evolución cultural de este concepto.