Jerusalén, 7 de julio.

Tres de los seis israelíes extremistas detenidos el domingo por la policía admitieron su responsabilidad en el secuestro y asesinato de Mohammed Husein Abu Jdeir, el adolescente palestino que fue quemado vivo por una supuesta venganza por la muerte de tres jóvenes de Israel.

El conflicto entre Israel y el movimiento de resistencia islámica Hamas, que disparó el lunes decenas de cohetes hacia el sur del territorio israelí, podría recrudecer la tensión. Tel Aviv ha estado respondiendo con bombardeos sobre la franja de Gaza.

Una fuente cercana al caso del joven palestino declaró, a condición del anonimato, que tres de los seis sospechosos detenidos confesaron haber ultimado y quemado a Mohamed Abu Jdeir.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el presidente Shimon Peres llamaron por teléfono al padre del adolescente ejecutado. Netanyahu le expresó su indignación por el abominable asesinato y Peres su vergüenza.

El homicidio provocó nuevos episodios de violencia por segunda noche consecutiva en el norte de Israel. La mayoría de los incidentes se produjeron en la zona de Galilea, donde se encuentran las ciudades de mayoría árabe.

En tanto, Hamas amenazó este lunes con vengar los bombardeos aéreos israelíes de esta madrugada sobre la franja de Gaza, en los cuales murieron siete combatientes de las Brigadas Al Qassam, brazo armado del grupo.

Hamas reivindicó los disparos de decenas de cohetes hacia el sur de Israel este lunes, en respuesta a la agresión sionista, horas después de la muerte de siete de sus combatientes.

Por su parte, la televisión israelí mostró imágenes de decenas de tanques cerca de la frontera con Gaza e indicó que el gabinete de seguridad israelí autorizó al ejército intensificar las represalias contra Hamas. El ejército movilizó unos mil 500 reservistas, aseguró una fuente militar.