Sao Paulo, 7 de julio.

El delantero Arjen Robben y otros jugadores de la selección holandesa aminoraron la importancia de Lionel Leo Messi en Argentina, su rival en las semifinales del Mundial de Brasil.

Tienen un jugador enorme, es cierto, pero eso no significa que todo gire sólo en torno a Messi, dijo Robben a la página web de su federación sobre el partido del miércoles en Sao Paulo.

El defensor Stefan de Vrij dejó claro que de ningún modo se sentirá intimidado por el astro del Barcelona, autor de cuatro goles en la Copa: No tengo miedo de nadie. No, tampoco a Messi, respondió al diario holandés Algemeen Dagblad.

No estoy especialmente enfocado en él, más bien me alegra enormemente jugar contra él, añadió.

Para el también defensor Bruno Martins Indi, Holanda debe impedir que el líder del juego albiceleste reciba balones. Yo no me fijo en un único jugador, sino en todo el equipo, dijo a la web nusport.nl. Y Argentina es buena como equipo.

Mientras tanto, el seleccionador Louis van Gaal se mostró muy orgulloso de haber creado en el grupo un verdadero espíritu de familia que se ha convertido en la gran fuerza del equipo, cuyo ambiente se ha vuelto aún más agradable por la presencia de los familiares de los jugadores en Río.

A 48 horas de una semifinal forzosamente estresante frente a Argentina, los jugadores logran aliviarse de la tensión gracias al clima instaurado por el estratega –quien tenía fama de austero y estricto– y sus familias.

La escena se ha repetido antes de cada partido. Desde su entrada a la cancha para la sesión de calentamiento, Robben dirige la mirada a las tribunas para encontrar a su esposa y a su hijo Luka.

Una vez localizados, les envía un beso, se golpea el pecho con el puño y los señala con el dedo para decirles: ¡Juego por ustedes! Robin van Persie y Dirk Kuyt hacen lo mismo.

Una vez finalizado el encuentro, tras la tradicional vuelta de honor al estadio, los que son padres en la orange se van a ver a los suyos y toman en brazos a los niños.

El día posterior a los partidos, Van Gaal autoriza a las familias a asistir a los entrenamientos. Cuando acaban las sesiones, los pequeños entran para pelotear con sus padres.

Desde que comenzó el Mundial, Van Gaal ya ha concedido tres días libres a sus jugadores, quienes los han aprovechado para ir a la playa de Ipanema o a otros sitios turísticos de Río para sentirse sin presión. Y eso se nota en el ambiente del equipo.

Hay una verdadera amistad en el seno del grupo, algo que faltó con frecuencia en el pasado. La lucha de egos y los problemas de disciplina arruinaron las opciones de triunfo de la orange en torneos precedentes.

En otro asunto, la FIFA negó el lunes que la selección tuviera que dejar su hotel de concentración para hacer espacio a dignatarios y patrocinadores, como había asegurado el presidente de la federación de ese país, Bert van Oostveen.

La situación no es (...) que los hayamos sacado de su hotel, declaró a periodistas la portavoz de la FIFA, Delia Fischer. Ellos definieron la fecha en que finalizarían sus entrenamientos ahí, aseguró.

Holanda viajó el lunes a Sao Paulo, un día antes de lo esperado, para el partido del miércoles ante Argentina.

El turco Cüneyt Çakir dirigirá la semifinal. Ese encuentro será el tercero para el árbitro de 37 años, que ya estuvo a cargo de Brasil-México y Argelia-Rusia en la primera ronda.