La ventaja tempranera enfrió a los belgas, que se diluyeron en intentos vanos
Ángel di María, baja para lo que resta del Mundial por una lesión en la pierna derecha
Domingo 6 de julio de 2014, p. 4
Brasilia, 5 de julio.
Argentina aprovechó un gol tempranero de Gonzalo Higuaín para vencer 1-0 a Bélgica en los cuartos de final de Brasil 2014 y meterse en las semifinales de un Mundial tras 24 años de no pasar este nivel. Higuaín definió el encuentro en el minuto 8 cuando le llegó un rebote en el borde del área y enganchó el balón de volea para batir a Thibaut Courtois.
La última vez que Argentina había superado los cuartos de final en una Copa del Mundo fue en Italia 1990, cuando quedó subcampeona. Desde entonces había fracasado en esa instancia en tres oportunidades, dos de ellas consecutivas frente a Alemania.
La albiceleste se impuso con justicia ante un rival decepcionante que no supo encontrar los caminos al arco de Sergio Romero, pese a disponer del balón en buena parte del encuentro disputado ante 68 mil 551 espectadores en el estadio Mané Garrincha.
La mala noticia para Sabella fue la lesión de Ángel di María, quien debió salir en la primera media hora por una molestia en el muslo derecho, por lo cual se perderá lo que resta del torneo. Lo sustituyó Enzo Pérez.
La albiceleste llegó al torneo con una de las delanteras más temibles, pero apenas en el quinto partido logró que Higuaín, su máximo artillero hace cuatro años, comenzara a demostrar por qué es señalado como uno de los cuatro fantásticos
. El Pipita rotó por todo el frente de ataque y por momentos retrocedió varios metros para recuperar el balón.
Tras las críticas por el bajo desempeño del equipo, en particular de algunos jugadores, Sabella metió mano de entrada en la alineación con los ingresos de Martín Demichelis por Federico Fernández y Lucas Biglia por Fernando Gago, para tener más firmeza en defensa y mediocampo.
Con el cambio obligado de José Basanta por Marcos Rojo –suspendido por acumulación de amarillas–, se trató de una pequeña revolución de parte del técnico, sin abandonar su 4-3-3 flexible con Ezequiel Lavezzi como delantero-volante.
De su lado, Marc Wilmots, timonel de los diablos rojos, que había prometido no salir a defender, optó por Kevin Mirallas en lugar de Dries Mertens, manteniendo su 4-2-3-1, liderado por el mago Eden Hazard.
Argentina dispuso de espacios y se encontró con el gol antes de los 10 minutos, lo que le dio tranquilidad. Messi y Di María armaron la jugada desde el centro del campo y cuando el volante del Real Madrid quiso habilitar a Pablo Zabaleta, el balón se desvió y le cayó en la puerta del área a Higuaín, quien definió con un latigazo de derecha para dejar parado a Courtois.
La ventaja albiceleste cambió los roles y Bélgica fue la que dispuso del terreno y la posesión, buscando acelerar con Mirallas y Hazard por las bandas, aunque le costó mucho inquietar en los últimos metros.
Agazapada, Argentina esperaba su momento y casi marca el segundo tanto a los 28 minutos por intermedio de Di María, cuyo remate fue bloqueado de último momento por Vincent Kompany, tras un genial pase de más de 30 metros de Messi. El Fideo se lesionó en esa jugada, una baja sensible en la estructura ofensiva del equipo de Sabella.
El escenario del principio del partido se repitió en la segunda parte e Higuaín casi liquida con un derechazo en el travesaño tras una gran maniobra individual en un contragolpe. “¡Pipita, Pipita!”, corearon entonces millares de argentinos.
Pasado el cuarto de hora del segundo periodo, Wilmots movió el banco y metió al grandote Romelu Lukaku y a Mertens por Divock Origi y Mirallas, con el propósito de dar más potencia y altura a unos diablos rojos demasiado livianos.
Los desbordes por las bandas y centros comenzaron a sucederse y la defensa argentina zozobró por arriba y por abajo, pero no cedió el mediocampo y logró mantener aislado a Hazard, quien fue remplazado por Nacer Chadli.
Con Higuaín y Lavezzi fundidos por tanto esfuerzo, Sabella puso primero a Rodrigo Palacio y ya cerca del final a Fernando Gago para tener más la pelota y enfriar el partido.
Messi tuvo incluso el segundo gol en una contra solo ante Courtois, pero el guardameta hizo una estupenda atajada, con lo que en su duelo personal desde la liga española el belga –del Atlético de Madrid– sigue sin ser superado por el atacante del Barcelona.