El esperado duelo de goleadores entre Benzema y Müller sólo quedó en la publicidad
La mannschaft se metió a esta instancia por cuarta vez consecutiva y la disputará por treceava ocasión
Sábado 5 de julio de 2014, p. 4
Río de Janeiro, 4 de julio.
Con un cabezazo de Mats Hummels y bastante mesura el resto del camino, Alemania derrotó 0-1 a Francia y se metió a las semifinales por cuarta Copa del Mundo consecutiva.
Los germanos volvieron a despachar a los bleus, como ocurrió en las semifinales de los mundiales de España 1982 y México 1986.
La escuadra teutona disputará esta instancia por treceava ocasión, más que cualquier otro país. Francia, que llegó a Brasil sin su referente Franck Ribéry, se despide con una actuación decorosa, luego de su eliminación en primera ronda hace cuatro años en Sudáfrica.
En un partido con escasas emociones, el seleccionado alemán siguió el esquema que marca su historia: un cabezazo del defensa Hummels al minuto 13 y a dormir el partido... y a los 74 mil espectadores que asistieron al Maracaná.
El esperado duelo de goleadores entre el francés Karim Benzema (tres anotaciones) y el alemán Thomas Müller (cuatro) solo quedó en las gacetillas de publicidad previas.
Tampoco el alemán Miroslav Klose, de bajo rendimiento y remplazado, tuvo la oportunidad de batir el récord de máximo romperredes en solitario de los mundiales, que por ahora comparte con el brasileño Ronaldo con 15 tantos.
Después de cuatro partidos en los que Alemania dejó dudas, el técnico Joachim Löw decidió volver a los orígenes y dio entrada a un equipo más acorde con el estilo clásico de entender el futbol germano.
Philipp Lahm regresó de lateral derecho y dejó su plaza en el centro del campo para Sami Khedira, quien se reunió de nuevo con Bastian Schweinsteiger en el doble pivote habitual en mannschaft desde Sudáfrica 2010.
El movimiento ya se intuía desde la apurada victoria en octavos de final ante Argelia, así que más sorprendente fue la inclusión de Miroslav Klose en la punta de ataque.
La decisión de Löw de utilizar un auténtico delantero centro en lugar de usar un falso nueve era una clara muestra de que se apartaba de su inspiración en el Bayern Munich de Josep Guardiola para dibujar un equipo más afín a lo que mostró en 2010.
El gol de Hummels, al minuto 13, fue un guiño al viejo futbol alemán. Una falta en un costado del área, un buen centro de Toni Kroos y un remate con la cabeza de un fuerte y alto central alemán, ante el que nada pudo hacer Hugo Lloris.
Pocos equipos en la historia del futbol han sacado tanto partido a esas jugadas como Alemania. Y el estilizado y fino equipo de Löw, más inclinado a elaborar su juego desde la posesión del balón, no parece dispuesto a despreciar una característica que ha dado muchas victorias a su país.
Su homólogo Didier Deschamps puso sobre el campo el equipo que devolvió a Francia la confianza. Sin sorpresas, más allá de la inclusión de Antoine Griezmann por Olivier Giroud para acompañar a Karim Benzema en el ataque.
El delantero del Real Madrid tuvo las mejores oportunidades galas en la primera mitad, pero esta vez tuvo la puntería desviada.
Primero, remató contra Hummels un balón rechazado por Manuel Neuer tras un disparo de Matthieu Valbuena –uno de los hombres más inspirados en el conjunto galo–; luego cabeceó de nuevo contra el cuerpo del central alemán cuando estaba en una buena posición.
Por último, se fabricó el espacio con una diagonal desde el lado izquierdo, pero su tiro fue al centro y no causó problemas al arquero alemán.
Tras una primera mitad en la que nadie tuvo un claro control del juego, la segunda parte arrancó sin cambios. En un Mundial en el que los ataques se han impuesto a las defensas, el torneo se encontraba de repente con un partido de rigor táctico, en el que los dos equipos se respetaban demasiado para arriesgar.
Ambos buscaban mantener las posiciones, asegurar los pases y presionar el error del rival en el centro del campo para salir rápido al ataque.
El primero en mover sus piezas fue Löw. Cuando faltaban poco más de 20 minutos para el final retiró a un agotado Klose y dio entrada a Andre Schürrle, el hombre que revolucionó el partido ante Argelia.
Müller volvió a la punta de ataque, mientras el extremo del Chelsea se inclinó a la banda derecha.
Los minutos pasaban y Francia tenía que crear juego, lo que no ha sido su mejor virtud durante el torneo, donde mostró más efectividad que elaboración.
No obstante, Alemania dio un paso atrás en el último cuarto de hora y los bleus empezaron a amenazar el arco rival, principalmente cuando Griezmann lograba recibir algún pase en largo con sus desmarques a la banda.
Benzema tuvo el empate, pero después de hacer un magnífico recorte en el área volvió a encontrarse con el cuerpo de un espléndido Hummels.
Schürrle pudo liquidar el partido en dos ocasiones con dos veloces contragolpes, pero en ambas ocasiones se encontró con un rival en el camino.
De nuevo Benzema estuvo a punto de igualar casi en el último segundo del partido, pero hoy no era su día y su potente disparo con la zurda lo detuvo Neuer.
El sueño de la joven selección francesa se acabó, pero las bases para la Eurocopa 2016 en su país están puestas.
Desde que Löw es seleccionador, Alemania jugó la final de la Eurocopa 2008, además de las del Mundial 2010, la Eurocopa 2012 y el Mundial 2014.
Sólo le falta el título.