Las acciones de contención del gasto en salud y área administrativa en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) le permitió prolongar su viabilidad financiera dos años más –al 2017– con respecto a las previsiones realizadas en los dos informes previos.

Aunque por cantidades menores a las calculadas en un principio, en el futuro el organismo tendrá que seguir usando las reservas financieras y actuariales del Seguro de Enfermedades y Maternidad para hacer frente a sus gastos.

El Informe sobre la situación financiera 2013-2014 resalta que en la pasada década el gasto de operación del Seguro Social aumentó 60 por ciento, principalmente por el pago del Régimen de Jubilaciones y Pensiones (RJP) de sus trabajadores. Entre 2012 y 2013, la carga pasó de 18.6 a 19.1 por ciento del total de los gastos.

Además de los cambios demográficos –el envejecimiento poblacional– y epidemiológicos –mayor prevalencia de enfermedades crónicas de alto costo–, otro factor de presión económica identificado en el reporte tiene que ver con la alta erogación que requiere la incorporación de nuevas tecnologías para la atención médica, así como el aumento en los precios de los insumos terapéuticos y no terapéuticos.

El documento entregado el pasado 30 de junio al Poder Ejecutivo y al Congreso de la Unión, refiere que el incremento de 60 por ciento en el gasto de operación se debe fundamentalmente al RJP, el cual seguirá creciendo por lo menos hasta 2030 cuando la pendiente de esta erogación empezará a revertirse.

En cambio, los recursos destinados al pago de salarios de trabajadores activos y al consumo de materiales y suministros se ha mantenido constante.

Durante el ejercicio 2013, los ingresos del IMSS ascendieron a 319 mil 780 millones de pesos, mientras las erogaciones fueron por 319 mil 502 millones. Este último no incluye lo correspondiente a las obligaciones laborales del organismo. De incorporarlas, el déficit asciende a 653 mil 364 millones de pesos.

Esto es así porque el costo neto de las obligaciones laborales (RJP y prima de antigüedad de los trabajadores del IMSS) de 2013 fue de 719 mil 536 millones de pesos.

El informe también menciona que las medidas de contención del gasto en la atención médica y las mejoras en la parte administrativa, el IMSS logró mantener su déficit en un equivalente a 8.7 por ciento del producto interno bruto.

La apuesta principal del organismo para superar la crítica situación financiera por la que atraviesa, se centra en fortalecer las acciones para mejorar la eficiencia en el uso de recursos en las áreas médica y administrativa (La Jornada 2/7/2014).

También plantea dejar de comprar ambulancias y optar por el arrendamiento, lo que supone una mejoría en este servicio.

Otra de las medidas será cambiar el mecanismo de dictamen y otorgamiento de incapacidades, subsidios, pensiones temporales y rentas vitalicias, para darlas a quien realmente las necesite.

En el ámbito administrativo, el IMSS reforzará las acciones para mejorar el cobro de cuotas obrero patronales y la digitalización de trámites, lo que ya hizo con los cinco más frecuentes.