Presenta el INEE Aprender a escuchar, aprender a hablar
Viernes 4 de julio de 2014, p. 41
Las condiciones de pobreza y marginación que enfrentan alumnos de prescolar de cursos comunitarios y planteles indígenas afecta su desarrollo oral, pues no sólo viven en un contexto que no promueve la adquisición de vocabulario y expresión oral, sino que además son atendidos por educadores con menores habilidades para el desarrollo oral de sus estudiantes, señaló la presidenta del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), Sylvia Schmelkes del Valle, quien reconoció que se puede ver afectado su desarrollo cognitivo y su vida académica futura.
Tras participar en la presentación del libro Aprender a escuchar, aprender a hablar: la lengua oral en los primeros años de escolaridad, elaborado por especialistas de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) en colaboración con el INEE, apuntó que a las condiciones de miseria que afectan los procesos educativos de la población más vulnerable se suma la falta de preparación de los docentes.
Los instructores de cursos comunitarios tienen muchas veces una formación que sólo llega a bachillerato, e incluso a secundaria, mientras en el caso de los prescolares indígenas ocurre algo similar. Esto refleja no sólo la pobreza de los niños, sino una formación menos completa de los maestros que a lo mejor ni si quiera saben que la oralidad es tan importante.
De acuerdo con los resultados de la evaluación aplicada a 4 mil 837 docentes de prescolar de todo el país y de las modalidades de escuelas indígenas, rurales públicas, urbanas públicas, urbanas privadas y cursos comunitarios se destaca que en términos generales las posibilidades de las educadoras para aplicar prácticas formativas que promuevan el desarrollo lingüístico de sus alumnos son limitadas.
Esta situación se agudiza entre las profesoras de escuelas indígenas y cursos comunitarios.
El puntaje para evaluar las prácticas educativas de los docentes en el desarrollo del lenguaje oral reveló que el promedio nacional es de 5.8 en una escala de 10 puntos, cae a 4.4 para los cursos comunitarios y a 5.1 para los docentes indígenas, mientras las escuelas urbanas públicas son la mejor situadas, con 6.9.