ras siete años de no editar disco propio, la banda mexicana Molotov salta de nuevo al ring y estrena álbum, el quinto de su carrera con temas originales (el cuarto de estudio fue de covers): Agua maldita, con la provocación que los caracteriza en cuanto a letras y portada (las manos de un obispo arrojando fuego en vez de agua bendita), y con un inobjetable nuevo brío, una vez que terminaron contrato con su la disquera Universal y rompieron con su viejo manager de marras. Ya con trabajo independiente, la libertad y soltura son notorias y las guitarras rugen. El desánimo mostrado en la cinta Gimme the power (Olallo Rubio, 2012), que parecía vaticinar el final del grupo, es revertido con esta nueva ráfaga de malicia, enfado y buen humor. Si bien el álbum tiene altibajos, la viveza creativa que parecía haberlos abandonado hace prácticamente una década, regresa con saludable vigor.

El grupo parece volver a divertirse, cosa que ya no parecía ocurrir en Eternamiente (2007). Con alineación original, Tito Fuentes, Micky Huidobro, Paco Ayala y Randy Ebright tienen en común con Café Tacvba, como ejemplo generacional, ser un equipo en el que todos son indispensables y todos componen, tocan varios instrumentos y cantan/rapean. Eso les lleva a no sonar monótonos, pues cada uno tiene su estilo tanto vocal como de escritura. Si bien les ha sido difícil alcanzar la genialidad de los himnos de su primer álbum, los 10 temas de Agua bendita superan mucho de lo grabado desde Dance and dense denso (de 2003, con Here We Kum o Frijolero, por ejemplo).

Menos funky y mucho más rocker, musicalmente es de lo mejor que han editado en su carrera, con la batuta del productor inglés Jason Perry, y guiños esporádicos a Rush, Motörhead, Jane’s Addiction y hasta a Dear Prudence de los Beatles (destacan las intervenciones de Darryl McDaniels de Run-DMC y Money Mark en teclados). Es de resaltar que el disco fue grabado en vivo, sin tomas por separado de instrumentos. La potencia con que suenan es irrefutable y se oyen los 20 años de carrera en la evolución en sus ejecuciones instrumentales. El momento de madurez musical se equilibra con las letras, plenas de coraje ante la difícil situación económica que México vive, la mentira que nos rodea, el sinsentido contemporáneo, las adicciones, la discriminación, las ganas de fugarse. Se escuchan sinceros, sin dejar de echar carrilla con sus ingeniosos juegos de palabras, aunque aquí ya no se trata sólo de contar chistes, ni de arrojar afrentas políticas, sino de relatar historias personales.

La piedra en el zapato (y quizá esto pasó porque los produjo un anglo-parlante) está en sus fraseos vocales, que parecieron no haber sido pulidos por nadie: poco armónicos (hasta el buen rapeo tiene sus matices melódicos, de intensidad, de flow), rítmicamente erráticos, con sonsonetes verbales muy de los años 90, salvo excepciones (Llorari, Gonner, La raza pura es la pura raza, Again n’ again). Con todo, los temas en total se oyen bien plantados, relajientos (Lagunas mentales, Oleré y oleré y oleré el UHU,) y hasta oscuros (No existe), y el mensaje de las letras se coloca por encima, tras varias escuchas. Los de Molotov suenan decididos, reanimados, y vienen de nuevo por todas las canicas.

La molocha, como les dicen de cariño, presenta hoy este álbum en el Auditorio Nacional, con interesante estrategia de venta: el disco es el boleto, acción que incentiva la compra fiel. Las entradas están agotadas, pero el grupo está liberando algunos boletos de promoción en sus redes sociales. Asimismo, el concierto será transmitido en vivo, en stream, a partir de las 20:30 horas, por Deezer, acá.

Otaola-Iglesias-Cruz. Babasónicos

Viernes 4. Muy recomendable el trío de poder integrado por Alejandro Otaola (guitarra), Patricio Iglesias (batería) y Aarón Cruz (bajo). También: el hardrock rompequesos de Yokozuna. Museo Universitario del Chopo (Enrique González Martínez 10, Sta Mª la Ribera). 20 horas, $120.

Sábado 5. Babasónicos presenta el disco Romantisísmico, con un sonido pop depurando, a la vez intrigante y emocional. Pepsi Center (Dakota s/n, Nápoles, tras el WTC). 21 horas, $460 a $719.

Miércoles 9. El inglés Peter Murphy, vampiro mayor, vuelve con nuevo álbum, Lion (2014), con un sonido más retro-electro e industrial, sin dejar atrás su inspiración gótica. Metropólitan (Independencia 90, Centro). $580 a $810.

Jueves 10. Noche de rock femenino con las maravillosas angelinas de las Dums Dums y su garage new-waveado, en fiesta Converse de acceso libre, cuyas entradas se obtienen acudiendo a una de sus tiendas (Mazaryk 360, local 3, Polanco), hoy y mañana de 12 a 14 horas. De México: Ruido Rosa y Candy Colors. El Plaza (Juan Escutia 4, Condesa). Detalles. (Muchos más conciertos).

Twitter: patipenaloza