La producción de café cayó en 60 por ciento si se considera que al inicio del milenio llegó a casi 6 millones de sacos (de 60 kilos), ello debido a la política de abandono del cultivo y desde hace dos años a la presencia del hongo de la roya, y eso influyó para que las exportaciones también se redujeran 30 por ciento en el actual ciclo en comparación al anterior, comentó Javier Galván, del Consejo Mexicano de Organizaciones de Productores de Café (CMOPC).

La problemática está en la mesa de diálogo con la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), pero mientras no haya una disposición de cambio a la política actual, los productores seguiremos en pie de lucha, pues las pérdidas son muy elevadas, dijo.

La producción del actual ciclo agrícola será de apenas 3.1 millones de sacos, que comparados con los 4.2 de sacos obtenidos en años recientes, implica una caída de 27 por ciento. Ahora lo que urge es modificar algunos aspectos de la política, ampliar las coberturas de precios y de riesgos; depurar el padrón de productores, empezando por redefinir el concepto de productor ya que se entregan apoyos a quienes tienen cinco matas de cafetos en su traspatio y a los comercializadores pues son los que registran las ventas. Para la CMOPC un productor es quien tiene al menos media hectárea y comercializa tres quintales anuales; además de establecer un nuevo organismo público para el grano, pues la Asociación Mexicana de la Cadena Productiva del café (Amecafé) no es el organismo que requiere el sector.

Insistió en que el atraso del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) en atender el problema de la roya llevó a una caída de la producción sobre todo en Chiapas, algunas regiones de Oaxaca y en Córdoba, Veracruz. “Hace dos años alertamos a Senasica de la presencia de la roya, no actuó a tiempo y la producción en Chiapas –donde se produce café arábiga de alta calidad– tuvo un declive de 50 por ciento, y ahora las lluvias afectaron la floración”.