Miércoles 2 de julio de 2014, p. 9
Santiago de Chile. El delantero chileno Mauricio Pinilla se tatuó en la espalda el disparo que congeló a todo Brasil, cuando estrelló el balón en el travesaño, en el encuentro que ambos seleccionados tuvieron el pasado domingo para avanzar a cuartos de final de la Copa, en el que los andinos fueron eliminados en la ronda de penales. One centimeter from Glory
(A un centímetro de la gloria) se lee en el tatuaje que se hizo el ariete, quien habría escrito una gran historia si el esférico hubiera entrado en la portería en el último minuto del tiempo extra.