Una fiesta, con música, canto, sonrisas y lágrimas en eso se convirtió el homenaje al escritor y periodista Federico Campbell (1941-2014) en vísperas de su cumpleaños 73 (1º de julio), efectuado el lunes en el Centro de Cultura Casa Lamm.

Después de expresar unas palabras coloquiales sobre el hombre con quien vivió 28 años de matrimonio, Carmen Gaitán recordó que Federico no pertenecía a ningún grupo, no tenía que rendir pleitesía a ninguna mafia, que el único deber que tenía era dar todo para este país y que le era absolutamente primordial pensar que un día nos tendríamos que levantar todos al sentir que había habido un cambio y que las palabras de él y de muchos otros habían hecho este cambio.

Que en ese viraje de Tijuana a Tapachula, no habría miles de niños migrantes caminando descalzos, sin comer, debido a la injusticia y la repartición tan desigual de los bienes. Entonces, “no nada más es este compañero divertido, chistoso, culto, caminador que se veía, con su sombrero, por las calles de la Condesa, sino también es la clase de mexicano que nos hace falta, como Miguel Ángel Granados Chapa y Carlos Monsiváis.

“Un mexicano que daría la vida por defender una idea, porque cree que con la palabra sí se puede hacer justicia. Cuántas veces lo oí decir a periodistas de Tijuana, Huatabampo y Hermosillo, ‘muchachos, no se expongan a hablar sobre el narcotráfico porque no van a hacer nada y los van a matar’. Y, sin embargo, él se expuso muchos años al escribir sobre un tema que nadie tocaba, y lo hacía con valentía”.

Modesto y estudioso, siempre se cuestionaba y se preguntaba si la había hecho. Con todos los homenajes que hay creo que sí la hizo, concluyó Gaitán.

Al retomar lo dicho por la promotora cultural, la escritora Ana García Bergua acotó: La manera de Campbell de llegar a la verdad de esas cosas que ocurrían era la de un novelista. Por eso se acercaba peligrosamente a la verdad de lo que sucede en el país desde hace ya muchos años.

Para el poeta y narrador Rodolfo Naró “hablar de Federico es también escribir sobre Carmen, su amor y su mutua admiración. ‘El matrimonio es una larga conversación’, me dijo el día que hablamos sobre el amor”.

La escritora y cantante de blues Rosina Conde, tras relatar su encuentro casual con Campbell a finales de los años 70 del siglo pasado, cuando éste buscaba correctores de estilo, interpretó dos canciones de un performance que prepara para celebrar a mis amigos que se han ido. La primera, Testamento, da inicio al performance, mientras que la segunda está dedicada al homenajeado. Omar Ortiz la acompañó en el teclado.

Al final, Gaitán invitó al joven cantante y poeta Pablo Aldaco a leer un texto que había escrito.