Nueve artistas originarios del DF inauguran exposición en el Centro Cultural Eje
nada de modas
La muestra Sombras, título inspirado en un poema de Sor Juana Inés de la Cruz, reúne 78 trabajos
Las galerías se guían más por un concepto, que por la calidad técnica del pintor, dice un expositor
Miércoles 2 de julio de 2014, p. a10
Agrupados, pero sin constituir un colectivo formal, nueve artistas originarios de la ciudad de México se reunieron para realizar un ejercicio creativo con el título Sombras, en el Centro Cultural Eje. Varios ya habían estado juntos en otra exposición.
La mayoría son pintores, aunque hay un escultor y un realizador de arte objeto. Cada quien tiene su estilo y modo de trabajar, sin embargo comparten alguna característica. Por ejemplo, la obra es figurativa y no sigue ninguna moda artística, es decir, nadie es conceptual. Incluso, se podría decir que en algunos casos resulta más clásica, o realista, aunque siempre con buen oficio.
Entre el expositor más joven y el de mayor edad hay una diferencia de 37 años. Algunos tienen formación autodidacta, porque no lograron ingresar a ninguna escuela de arte. Entre los que estudiaron en las escuelas nacionales de Artes Plásticas y de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda, así como la Libre de Arte y Publicidad, y la Universidad Iberoamericana, hay quienes han continuado con un linaje artístico de familia.
También les ha costado trabajo buscar espacios para exhibir su obra, aunque Gustavo Jaimes (1955) dice mostrarla cada ocho días, ya que pertenece al Jardín del Arte Sullivan.
El escultor Isaac Tamariz (1968) tuvo una exposición individual el año pasado en Ex Teresa Arte Actual, mientras que el pintor y realizador de arte objeto Eduardo Pola (1973), ha exhibido en la Galería de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Unidos por la congruencia
Para el pintor Alejandro Barrón (1980) lo que los une es la congruencia
de su trabajo. Al respecto, la pintora Paulina Jaimes (1986) señala: No tratamos de etiquetarnos como algo. Nos basamos en lo figurativo, la forma y el cuerpo, pero no nos gustaría etiquetarnos porque se puede cuartear nuestra libertad de desenvolver o desarrollarnos hacia experimentar y pintar otras cosas. Todavía tenemos muchas ideas y el camino por delante es muy largo para desarrollarlas
.
La pintora Krysia González (1992) coincide con Paulina en que estamos en constante movimiento
, una característica que une a los nueve, no sólo en sus búsquedas plásticas, sino en las estéticas
. Siente que a partir de lo histórico podemos representar lo que nos aqueja, ya sea sensaciones, formas
, es decir, vaciarlo en el objeto pictórico
.
Respecto de sus experiencias con las galerías, Eduardo Pola indica que éstas se guían más por un concepto, que por la calidad técnica del pintor
, situación que confunde a los jóvenes pintores y nos hace pensar que tal vez somos acrónicos, pero el corazón nos dice que este es el camino. Una vez me dijo un galerista que yo no entendía que la pintura se había muerto
.
Para Pola el verdadero arte que viene del espíritu, del corazón, de lo genuino, es eterno
. Manifiesta el deseo de salir adelante por su trabajo y no por las relaciones sociales o los compadrazgos. Aunque vive de la pintura desde hace 22 años, reconoce que es una batalla campal: He aprendido a ser muy económico, no compro lo que no necesito. Estoy contento, la pintura es generosa cuando es genuina
.
De acuerdo con el pintor César Oropeza (1978), todos vivimos de la pintura en el sentido de que somos profesionales, nos dedicamos 100 por ciento a la creación, lo que implica que nuestras actividades siempre están vinculadas a la creatividad, como en mi caso que es la promoción artística y la gestión cultural
.
El cuerpo humano es tema de varios de estos artistas. Isaac Tamariz, quien utiliza pasta de papel periódico para hacer sus figuras, explica: En mi obra doy cuenta de que la figura humana se ha empleado durante todas las épocas en que se ha hecho arte. De allí que siempre la utilizo, pero relacionada con otras partes ajenas a lo corpóreo y tratando de no exponerlo completo o tal cual. Simplemente como una referencia plástica, pero a la vez buscando rehuir un poco a lo figurativo y permitir que salga una obra abstracta
.
Sombras, título de la muestra que reúne 78 obras, viene del poema Detente sombra, de Sor Juana Inés de la Cruz, y alude a que la sombra también es parte de la belleza.
Para la exposición, el pintor Javier Avilés Elizalde (1973) creó la serie Rastros perdidos, en la que toma la pintura, el color y la atmósfera como algo orgánico, humo quizá
.
La intención es evidenciar el vínculo en el que creo que la materia se liga con la nada, generando en los colores y en sucesos caprichosos esa belleza que pocas veces queremos observar; eso que no queremos preguntar
.
Materias, colores, luces
La pintora Maritza Morillas (1969), de su percepción de la vida, de la estética y la pintura, asegura: No es precisamente belleza lo que mis ojos ven
. Sin embargo, la transformación es sublime, y en los paisajes decadentes donde la materia se degrada suceden cosas insospechadas. Esta invasión de materias, colores, luces, sombras, tal vez formen paisajes que quisiéramos no mirar, en los que no quisiéramos estar nunca. Paisajes donde podríamos sentir y sumergirnos en los hedores que emanan. Sin embargo, eso somos, eso es lo que generamos
.
La exposición Sombras terminará a finales de agosto en el Centro Cultural Eje (Eje Central Lázaro Cárdenas 425, colonia Narvarte). Los horarios son lunes a viernes, de 11 a 17 horas, mientras que los sábados se programan visitas guiadas. Informes en el teléfono 5440-0880.