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Ganan menos de cuatro dólares la hora en promedio; en Alemania perciben 52

En la industria automotriz, los salarios de mexicanos están entre los peores del orbe
 
Periódico La Jornada
Martes 1º de julio de 2014, p. 13

México es uno de los tres países con las remuneraciones laborales más bajas en el sector automotriz, aun cuando las empresas de esta rama tienen uno de los niveles de rentabilidad más elevados en el mundo.

De 20 naciones que participan del grueso de la producción y comercialización de autos, México tiene los sueldos más bajos, que en promedio son de 3.6 o 3.9 dólares por hora para los obreros en línea de producción.

El país está distante de otras naciones con costos bajos, como Taiwán, donde el promedio de pago por hora a trabajadores es de 7.5 dólares. En Polonia es de 7.8, en Brasil de 11.4 y en República Checa de 11.5.

La brecha es mayor en relación con las naciones con mayores costos laborales de esa industria, como Alemania, donde el promedio es de 52 dólares la hora; en Bélgica es de 41.7 y en Canadá de 40.4, revela el análisis Explosión de la industria automotriz en México: de sus encadenamientos actuales a su potencial transformador, del investigador Alex Covarrubias Valdenebro y la fundación Friedrich Ebert.

La investigación indica que el crecimiento de las inversiones, las empresas y los empleos en el sector automotriz mexicano, lejos de promover la mejora y uniformidad de los ingresos de los trabajadores, los deprime y dispersa, a lo cual se suma la fragmentación de las relaciones laborales y sindicales de esa industria.

Expone que a escala internacional se considera que México se ha convertido en país ensamblador calificado y especializado, reconocido globalmente y con costos laborales muy bajos.

Es decir, la nación se está convirtiendo en la China occidental, con alta inversión en la industria automotriz con base en su atractiva mano de obra barata y tratados internacionales de libre comercio, agrega.

Covarrubias Valdenebro indica que en 2006 las remuneraciones representaban 30 por ciento de la estructura del valor agregado bruto del sector; cinco años después, este porcentaje se redujo a 22.3.

La caída es superior incluso a la que sufren otros asalariados de la industria manufacturera. En ese lapso, para las empresas, los excedentes de operación, luego de las ganancias, se elevaron de 69.7 a 77.4 por ciento.

Es decir, México ha trasladado una porción mayor de la renta a los corporativos en detrimento de los trabajadores.

En el lapso, el total de la producción de este sector se incrementó 39 por ciento.

No obstante, ese aumento de la productividad de los obreros fue recompensada en esos años, por lo que la brecha entre salarios y producto generado por el trabajo se amplió aún más.

En el documento se advierte que, según consultoras internacionales, para las empresas los costos de operar en México son 13 puntos menores respecto de Estados Unidos y 20 menos que en Japón.

Por ejemplo, una empresa por cada 39 mil 550 dólares de ingreso en México tiene un costo laboral de 2 mil 297 dólares, y después de los demás costos, tiene una ganancia promedio de 8 mil 976 dólares, antes de impuestos. En Estados Unidos, para el mismo rango de ingresos, el costo laboral es de 7 mil 923 dólares (casi tres veces más) y su ganancia de 2 mil 219 dólares

Añade que la industria automotriz en México experimenta un extraordinario crecimiento, el cual continuará, así como la motorización del país, aún a tasas más inusitadas, pues el mundo está en una transición histórica que desplaza los centros de producción y consumo de esta industria a los países emergentes.

Así, nuestro país se ha convertido en una de las plataformas de exportación más rentables del orbe, con garantía de calidad a menores costos laborales, desde la cual se disputa la hegemonía del mercado estadunidense por las grandes corporaciones y se identifica como el despegue explosivo del sector, con inversiones y empleos (baratos, pero también con costos de contaminación, económicos, sociales y laborales cuantiosos.

Añade que también hay una enorme dispersión sindical del sector, y un abigarramiento de las relaciones laborales, donde la principal representación gremial es la Confederación de Trabajadores de México.