Este año han transitado por México unos 50 mil niños indocumentados con la intención de llegar a Estados Unidos. Al cierre de 2014 esa cifra podría aumentar a 90 mil, lo que implica una crisis humanitaria para el país vecino, que no tiene capacidad de atenderlos, afirmó ayer en Ciudad Victoria, Tamaulipas, Emilio Álvarez Icaza Longoria, secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Adelantó que ante esa situación, que consideró resultado de la violencia, la pobreza, la desintegración familiar y la falta de oportunidades en Centroamérica, la CIDH celebrará una sesión en México, entre julio y agosto, para revisar los informes al respecto de las relatorías de la comisión.