Elimina a Uruguay, que llegó al partido con el ánimo decaído por la ausencia de Suárez
James Rodríguez se ha convertido en el máximo referente de los cafeteros, que el viernes enfrentarán al anfitrión Brasil
El Principito es líder de los romperredes con cinco anotaciones
Domingo 29 de junio de 2014, p. 2
Río de Janeiro, 28 de junio.
De espaldas a la portería, James Rodríguez recibió con el pecho un cabezazo bombeado de Abel Aguilar. Se giró, y sin dejar caer la pelota, la clavó de zurda en el arco de Fernando Muslera, quien con las uñas alcanzó a rozar. La marea de camisetas amarillas estalló en las gradas del Maracaná: de la mano de su joven talento, Colombia se hizo por fin adulta.
Rodríguez anotó los dos goles en el triunfo 2-0 sobre Uruguay y los cafeteros escribieron una nueva página en su historia futbolística: por primera vez avanzó a cuartos de final de un Mundial y eliminaron a unos charrúas que llegaron con el ánimo decaído por la baja de su emblema Luis Suárez.
El cuadro colombiano enfrentará el próximo viernes en Fortaleza al anfitrión Brasil por un lugar en las semifinales.
Rodríguez, nombrado el mejor jugador del partido, se erigió hoy en el máximo referente de un equipo que llegó al torneo envuelto en dudas por la ausencia por lesión de su gran estrella, Radamel Falcao, pero que en cuatro partidos se ha convertido en candidato al título.
Colombia no sólo superó la ausencia de su máximo goleador, sino que lo hizo como uno de los equipos más efectivos en lo que va del torneo: con 11 goles en cuatro partidos, todos ellos saldados con victorias. Rodríguez, con cinco tantos, se ubica como único líder de los romperredes.
El equipo dirigido por José Pekerman superó así la barrera de los octavos de final de Italia 1990, donde se quedó la hasta ahora mejor generación de futbolistas colombianos, en la que destacaron hombres como René Higuita, Carlos Valderrama o Freddy Rincón.
Pekerman tendrá oportunidad de sacarse la espina de su eliminación en cuartos de final de Alemania 2006, donde cayó al frente de Argentina en la tanda de penales ante el anfitrión.
Uruguay prometió ardor guerrero para responder sobre el campo tras la sanción de Suárez, que no sólo dejó al equipo sin su mejor hombre, sino que supuso un tremendo golpe moral para todo el grupo dirigido por Óscar Tabárez, pero la montaña rusa de emociones en la que se vio envuelta la celeste durante los recientes días pareció anestesiar a los jugadores, más que envalentonarlos.
En su estadio talismán, en el que hace 64 años lograron su mayor hazaña al conquistar el Mundial ante Brasil, los charrúas echaron demasiado de menos a Suárez, mientras Colombia salió al campo con más convicción en lo que hacía, más alegría, amor por el balón y más verticalidad.
Pekerman dio entrada a Jackson Martínez, autor de dos goles ante Japón, por Víctor Ibarbo en el equipo titular, en un claro mensaje de que Colombia buscaría el gol, como había hecho en una primera fase en la que marcó nueve tantos.
En los primeros 15 minutos el combinado cafetero se aproximó con dos oportunidades de pelota detenida, generando peligro por la banda derecha, donde Juan Cuadrado y Camilo Zúñiga le mortificaban la vida a Álvaro Pereira a pura gambeta y toque corto.
Uruguay no encontraba respuesta a la presión del rival y se veía incómodo, además de que le costaba progresar en ataque por su falta de claridad en la mitad, donde Cristian Rodríguez y Diego Forlán, tirado unos metros atrás, no encontraban conexión.
El tanto de James Rodríguez fue el premio a la mejor disposición del equipo y fruto de la inspiración de un jugador que se está convirtiendo en la gran revelación del Mundial.
El volante del Mónaco –el próximo 12 de julio cumplirá 23 años– marcó al minuto 28 uno de los mejores goles de Brasil 2014 y el Maracaná, mayoritariamente colombiano, estalló en un Oh
de alegría y admiración por James, cuya pierna izquierda saldrá muy revalorizada de Brasil.
Fue una joya de gol dePrincipito Rodríguez, considerado por la FIFA el mejor jugador de la primera fase. El mejor gol del Mundial, el que acaba de hacer James
, twitteó Radamel Falcao.
Entonces Uruguay empezó a mirar con algo más de ambición el arco rival, pero ni Edinson Cavanni acertó de tiro libre, ni Álvaro González pudo sorprender a David Ospina con un remate seco desde el ángulo del área.
El guión no cambió tras la reanudación: los charrúas esperaban llevar el partido al terreno en el que mejor saben moverse: la indefinición a falta de pocos minutos, donde su temple suele sacar ventaja.
Hoy no era día de nervios
Pero hoy no era día de guerras de nervios. Colombia estaba dispuesta a cerrar el trámite cuanto antes y sólo tardó cinco minutos en poner el 2-0, con una gran combinación colectiva desde la media cancha, que terminó con un centro por la izquierda de Pablo Armero a segundo palo, donde Cuadrado bajó con la cabeza al área chica y James punteó para definir el encuentro.
El estadio le dedicó una atronadora ovación cuando fue sustuido a pocos minutos del final.
Tabárez, quien miraba impotente desde la banda, movió inmediatamente sus fichas en un intento de cambiar el rumbo.
Primero introdujo a Cristhian Stuani en lugar de un apagado Forlán, que a sus 35 años fue una sombra del futbolista declarado mejor jugador de Sudáfrica 2010. Y luego Gastón Ramírez sustituyó a Álvaro Pereira.
A medida que pasaban los minutos, parecía difícil que Uruguay pudiera hacerle daño a Colombia, en buena medida por la estructura defensiva que montó Pekerman, y cuando fue superada el arquero David Ospina se encargó de decirle no a la celeste, sobre todo en una oportuna con llegada de Maxi Pereira, al 76.
Los charrúas no pudieron lograr el gol que habría tensado el duelo en los últimos minutos y el campeón de América puso fin a su sueño mundialista con un partido que comenzó a perder afuera de la cancha. No hubo épica, sólo alegría colombiana.
