Bruselas, 27 de junio.

Los jefes de gobierno de los países miembros de la Unión Europea (UE) designaron hoy por amplia mayoría a Jean-Claude Juncker, ex primer ministro de Luxemburgo, presidente del bloque, lo cual, según el primer ministro británico, David Cameron, es una decisión que lamentarán toda la vida. Agregó que ese nombramiento le dificulta la labor de promocionar en su nación los beneficios de pertenecer a la unión continental. La tarea se complica, expresó.

Juncker, de 59 años, veterano de las instituciones europeas, obtuvo el puesto más importante del órgano ejecutivo comunitario por cinco años, con posibilidad de ser relecto para un segundo mandato. De esta forma, el luxemburgués sustituye al anterior presidente, el portugués José Manuel Durao Barroso. La designación tendrá que ser ratificada por el Parlamento Europeo con un voto favorable de por lo menos 376 de los 751 diputados del órgano legislativo continental el 16 de julio próximo.

El persistente rechazo de Gran Bretaña a Juncker se debe a la idea de Cameron de que el luxemburgués es un federalista de la vieja escuela, poco acostumbrado a impulsar reformas.

Creo que los intereses nacionales están en reformar la UE y celebrar un referendo sobre esa modificación, apuntó Cameron al explicar las razones de su rechazo a Juncker, quien también tuvo la oposición del primer ministro de Hungría, Viktor Orban.

Jean Claude Juncker presidirá el órgano ejecutivo por cinco años y podrá aspirar a una relecciónFoto Ap

Derecha, David Cameron, quien ha calificado al nuevo funcionario de federalista de la vieja escuelaFoto Reuters

Este es un mal día para Europa, aseveró Cameron. Con la elección de Juncker se rompió una tradición de décadas, en la que el principal funcionario de la UE se elegía por consenso.

El británico –cuyo país registra un aumento de votos en favor de los euroescépticos– dijo haber logrado con su oposición que los líderes de la UE atendieran sus peticiones de reforma en la comunidad y la manera en que se realiza la elección de los presidentes de la Comisión Europea.

La canciller alemana, Angela Merkel, interesada en mantener a Inglaterra en la UE, dijo creer que las conclusiones que hemos acordado mostraron que estamos listos para asumir las preocupaciones de Reino Unido seriamente. Toda la agenda estratégica refleja el deseo británico, que yo comparto, de una Unión Europea moderna, abierta y eficiente.

Algunos jefes de gobierno, como el primer ministro finlandés Alexander Stubb y su homólogo belga Elio di Rupo, fueron menos condescendientes con David Cameron.

Stubb dijo que si bien Gran Bretaña es un socio importante que promueve reformas y una economía más abierta, también es necesario considerar que un país que canaliza la mitad de sus exportaciones a los miembros de la Unión Europea no deberían coquetear con la idea de abandonar el bloque. Creo que en Reino Unido algunas personas deberían despertar a la realidad: la Unión Europea es algo muy positivo para ellos, enfatizó.