unos pasos del sepulcro se quedaron Jurgen Klinsmann y sus huestes. Únicamente porque los alemanes no supieron apretar el gatillo y ser certeros, fue que los estadunidenses superaron la fase de grupos del Mundial.

Para evitar terminar de rodillas ante el gigante alemán, Klinsmann invitó a la nación de las barras y las estrellas a hacer una pausa de dos horas, para que sus pupilos sintieran el apoyo y la buena vibra.

Esta incitación a no trabajar durante el encuentro, sorprendió también porque Klinsmann no siempre ha tenido consideración por los aficionados. En su época como técnico del Bayern Munich, los seguidores del club alemán protestaron cuando buscó aislarlos de los jugadores. Me siento una víctima. Como una vaca, que es ordeñada y no recibe nada a cambio, fue una de las quejas de los aficionados.

Antes del encuentro, Klinsmann descartó también tajantemente que pudiera haber un pacto con Alemania, para que todo terminara en un empate que los beneficiara a ambos.

Aunque como buen alemán sabe que ellos siempre juegan pensando en lo que les será más ventajoso en los partidos siguientes, como concluyó el análisis que hizo el matemático Osvaldo de Souza, cuando se incorporó a la selección brasileña en el Mundial de 1994.

Más que conocido es el resultado que pactaron Alemania y Austria, en España 82, para eliminar a Argelia en la fase de grupos. Algo que reconoció, y por lo que se disculpó en 2007, el germano Hans-Peter Briegel. Por eso la FIFA determinó que los partidos de la última fecha de grupos se jugaran a la misma hora.

Para De Souza los alemanes han dispuesto de una asesoría matemática que les ayuda a lograr sus objetivos. Según su análisis así lo hicieron en el Mundial de 74, porque al perder con Alemania Oriental evitaron a Argentina, Brasil y Holanda.

Con el empate ante Túnez, en el 78, esquivaron a los brasileños y a los anfitriones argentinos, y en el 86, un tropiezo ante Dinamarca los clasificó para enfrentar a Marruecos en la siguiente etapa, en lugar de a España. Lo que importa es llegar a la final, sentenció.

Alemania demuestra que es firme candidato al título. Algo a lo que ya no aspira Portugal. Se fueron a casa con su estrella, quien un día dijo que lo envidiaban por ser guapo, rico y un gran futbolista.

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