Curitiba, 26 de junio.

Argelia logró hoy uno de los mayores éxitos de su historia futbolística, al empatar 1-1 ante Rusia y avanzar por primera vez a los octavos de final de un Mundial, en donde se medirá con la poderosa Alemania, el lunes en Porto Alegre.

Por primera vez en la historia de los mundiales habrá dos equipos africanos en los octavos de final, con la inclusión de Argelia y Nigeria.

El empate en un dramático choque en el estadio Arena da Baixada dio a los argelinos el segundo puesto del grupo H por detrás de Bélgica, que hoy ganó 1-0 a Corea del Sur en el otro partido del bloque. Tanto Rusia como Corea quedaron eliminadas.

Argelia había marcado cuatro goles a Sudcorea en el partido anterior, pero hoy sufrió más de lo esperado para remontar un temprano tanto ruso y quebrar la sólida defensa del equipo dirigido por el italiano Fabio Capello.

Alexander Kokorin adelantó a los rusos en el minuto 6, pero Islam Slimani anotó el tanto del empate en el 60, lo que les dio el punto que necesitaban y la calificación en forma independiente de lo que sucediera en el otro encuentro.

La situación del técnico italiano es especialmente delicada. Pese a ser el entrenador que mejor cobra del Mundial, según información que ha publicado la prensa, fracasó en la fase de grupos con una Rusia que buscaba un impulso a su futbol antes de albergar el próximo Mundial en 2018.

El partido inició con una explosión de emociones en los primeros cinco minutos.

El argelino Feghouli chocó contra un compañero apenas iniciado el partido y tuvo que dejar el campo porque comenzó a brotarle sangre de la cabeza.

Mientras era atendido y Argelia estaba con 10 jugadores, Rusia encadenó un contrataque que derivó en un centro de Dimitri Kombarov cabeceado al ángulo de la portería por Alexander Kokorin ante la mirada impotente del arquero Ouheb M’Bohli.

El golpe dejó en shock a una Argelia que necesitaba el empate para avanzar a octavos, pero el equipo parecía incapaz de llevar peligro al arco ruso y sólo avisó con dos cabezazos de Slimani controlados por el arquero.

Fue Rusia quien volvió a avisar con mayor claridad gracias a un disparo de Shatov desde fuera del área que salió rozando el ángulo en el minuto 27. El primer tiempo terminó así con una ventaja que parecía justa para los de Capello.

Las principales figuras de los argelinos fueron Sofiane Feghouli e Islam Slimani, que consiguieron las llegadas más claras en el primer tiempo, pero se fueron al descanso con ventaja para los rusos que con esa victoria se metían a octavos.

La misma tónica marcó el inicio del segundo tiempo, que comenzó con un claro mano a mano tapado excepcionalmente por el arquero M’Bohli a Samedov. Pero Argelia reaccionó pasados 10 minutos y comenzó a bombardear con centros al área rusa.

Slimani, que había tenido dos posibilidades de cabeza en la primera parte, mejoró su puntería en la tercera y en el 60 envió a la red un centro de tiro libre desde la izquierda ante una pésima salida del arquero Igor Akinfeev.

Fue el segundo grave error de Akinfeev en el torneo. En el debut soltó un balón que tenía dominado para el gol de Corea del Sur en el empate 1-1.

Slimani igualó a Salah Assad como máximo goleador de Argelia en Copas Mundiales, con dos goles cada uno.

La presión pasó a los rusos, obligados a marcar. Aleksandr Kerzhakov, Kombaroven y Kokorin buscaron hasta el final el gol que daba el paso a octavos, pero chocaron siempre contra un muro argelino en defensa.

Las llegadas se sucedieron, pero Rusia no tuvo recursos para cambiar el rumbo del duelo, tocando inocentemente en el medio campo sin buscar el ataque con profundidad, pero cada balón que mandaba al área generaba dramatismo al juego, por lo que el pitazo final desató la euforia en la cancha y en las tribunas argelinas: Muchos jugadores e hinchas rompieron a llorar.

Convertida ya en una de las grandes sorpresas del Mundial, Argelia intentará seguir rompiendo pronósticos el lunes en octavos. Esta vez el rival será la imponente Alemania, una de las grandes favoritas al título en Brasil.