La evaluación del desempeño docente, que deberá realizarse a partir de 2015 a todos los profesores de prescolar, primaria, secundaria y bachillerato, se aplicará con un número de instrumentos (pruebas) que no podrán ser todo lo diversos que se requeriría debido a la cantidad de maestros y las condiciones en que debemos aplicarlas, reconoció Yolanda Leyva, directora de evaluación de docentes y directores del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE).

En entrevista con La Jornada, señaló que si bien se buscará definir el perfil del buen docente y una práctica educativa eficaz y profesional, admitió que no podemos despegar los pies de la tierra; queremos recoger la realidad del país, pero sabemos que trabajamos con maestros de carne y hueso. Debemos alcanzar un punto de llegada; si no el ideal, al menos que nos garantice que todos los niños tengan una enseñanza de calidad.

Responsable del lanzamiento del micrositio Evaluación del desempeño de docentes, creado por el INEE en su página electrónica para abrir un espacio de información y de consulta a profesores de niveles básico y medio superior, apuntó que los cuestionarios están diseñados como un ejercicio de jerarquización de información.

Tras reconocer que no todos los maestros del país tienen acceso a Internet ni a una computadora para participar en la consulta, aseguró que se trata de un primer acercamiento, cuyos resultados estarán listos a principios de septiembre próximo.

Leyva detalló que debido a que por ley el primer examen a los docentes en servicio deberá aplicarse en 2015, va a ser difícil poder hacer toda una diversificación de tareas evaluativas y técnicas, por lo que las iremos introduciendo a partir de 2016. Una vez que tengamos el panorama de cómo están los maestros podremos hacer trayectorias de mejora, dependiendo de sus resultados el año próximo.

De acuerdo con el contenido de la encuesta para profesores de educación básica, a la que La Jornada tuvo acceso, el cuestionario se divide en tres etapas:

La primera, jerarquizar los aspectos que todo docente debe aplicar en su planeación y gestión en clase. Aquello que debe realizar para una actividad didáctica pertinente, para su mejora profesional continúa; para participar en el funcionamiento de la escuela y vincularse con la comunidad, y conocer sus responsabilidades legales y éticas inherentes a su profesión.

En la segunda se incluyen opciones para decidir cómo evaluar el desempeño docente. Se propone la autoevaluación, el uso de portafolios de evidencia, la observación en el aula, entrevistas al director, exámenes entre profesores, entrevistas a los padres de familia y la implementación de grupos focales, aunque sólo se podrá decidir si es muy pertinente, pertinente o poco pertinente.

Finalmente, se aborda el impacto que tienen en un desempeño docente eficaz la infraestructura escolar, el mobiliario y los espacios educativos, el entorno social de la escuela, su gestión y organización, e incluso el impacto del nivel socioeconómico, la diversidad étnica, cultural y la seguridad, entre otros.