El Tri, sin presión
iguel Herrera, extrovertido y explosivo, no pudo dominar jamás ese carácter que chocó a Miguel Mejía Barón, quien lo dejó fuera de la nómina mundialista de Estados Unidos 1994. Curiosamente, esos defectos hoy son cualidades y tienen al Piojo en una posición de éxito en Brasil, en una plantilla en la que el técnico es la figura, aun sobre los internacionales Chicharito Hernández y Rafa Márquez.
Javier Aguirre, La Volpe, Lapuente, Chepo y otros entrenadores del Tri se consumieron bajo la presión de estar en el banquillo ardiente y dejaron el timón con el carácter agrio. Algunos, como el Vasco Aguirre y Lapuente, consideraron que el cargo era desgastante y pidieron una fortuna inaceptable
para continuar ahí.
Herrera, en cambio, estaba tan ansioso de rescatar el pase mundialista que entró al quite sin contrato, consciente de que el negocio era para otros; el dinero llega por sí solo
, dijo. Enseguida aplicó su máxima, la de tener contentos a los jugadores. En Brasil ha programado asados en los que el plantel departe con sus familiares; todos felices y contentos.
Un equipo sin presión, unido, y con la motivación hasta el cielo es lo que Herrera tiene para enfrentar a Holanda. Ha dicho que sus maestros en la estrategia fueron Alberto Guerra y La Volpe, pero del Ojitos Meza aprendió a formar grupos armoniosos, siempre con la idea de gobernar al grupo con sentido de justicia, sin favoritismo.
En un duelo trabado y tenso la garra charrúa apeló al genio de Diego Godín para despachar a la inoperante Italia, incapaz de superar la ronda de inicio en dos copas. Imposible dejar de sentir nostalgia por la época que se cierra con el adiós de Pirlo y Buffon.
Keylor Navas no se deja opacar por Memo Ochoa y el portero tico secó a los delanteros ingleses para elevarse como la figura del partido, Colombia tuvo su mejor inicio mundialista y Grecia avanzó por primera vez a octavos de final.
Al árbitro mexicano Marco Rodríguez le tocó bailar con la más fea. Su trabajo habría sido impecable si a Luis Suárez no se le ocurre aplicar otra dentellada. Chiquimarco quedó en medio de la polémica, criticado por los italianos que enfocaron su frustración hacia el silbante.
