El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro Robles, estimó que este año ingresarán alrededor de 17 mil jóvenes con los concursos de selección, por lo que en total, considerando a quienes tienen pase reglamentario, más de 40 mil estudiantes tendrán un lugar en esta casa de estudios.

Al término de la XLV sesión ordinaria de la asamblea general de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (Anuies), Narro señaló que la matrícula de la UNAM ha tenido un gran crecimiento en los últimos años. En 1999, antes de la huelga que tuvo cerrada la universidad por más de nueve meses, tenía 269 mil alumnos. En el actual ciclo, en números redondos, tenemos 335 mil 500 estudiantes. Es decir, en este lapso la universidad ha incrementado su matrícula en 66 mil lugares. Es un enorme crecimiento.

Por otra parte, comentó que la situación de los jóvenes en nuestro país debe ser motivo de interés y preocupación, pues las condiciones no les son favorables: la cobertura de educación superior apenas alcanza la tercera parte de los jóvenes; más de 7 millones y medio de éstos no estudian ni trabajan; existe un grave problema de embarazos en mujeres de 19 años y menos, y la reproducción de las dificultades de clase social, de grupo étnico, contra los más desfavorecidos, contra los indígenas y quienes están en los deciles más bajos. Por supuesto que ahí hay un problema y las universidades tienen que estar preocupadas, porque los jóvenes son nuestra razón de ser.

Opinó, además, que la tarea de la universidad no es sólo formar los recursos humanos para el mercado laboral, sino transformar y modificar los espacios de trabajo. Nos interesa mucho formar recursos humanos respecto de las necesidades del país. A veces las necesidades de la población, sociales y económicas no están alineadas con los mercados laborales, por eso estos no pueden los que determinen los planes y programas de estudio de las universidades.

Indicó que la educación superior en México requiere reformas. Los planes de estudio tienen que estar más alineados con la sociedad que con los mercados laborales, tienen que ser flexibles y permitir que se incorporen las nuevas tecnologías; tenemos que dar facilidades para que nuestros jóvenes salgan y conozcan otro país, otras realidades.

Pero, dijo, donde es necesario mayor esfuerzo es en el bachillerato. México tiene que renovar su sistema de educación media superior y no nada más en el discurso: se nos están pasando los años; ya van casi tres años de la reforma que hizo obligatorio el bachillerato, pero necesitamos el programa para llevarla a cabo.