¿Qué estarías dispuesto a hacer para conservar tu trabajo?, es la pregunta central de la película Maquinaria Panamericana, actualmente en proceso de filmación, bajo la dirección de Joaquín del Paso y la producción de Susana Bernal Uribe, cuyo estreno se prevé dentro de un año.

Con una sola locación, en Maquinter, empresa que renta maquinaria para construcción, como grúas, excavadoras, aplanadoras..., que es ideal para la historia, esta será la opera prima de Del Paso, con un costo aproximado de un millón de dólares, que en su cuarta semana de grabación requiere de un empujoncito para fondearla. El filme es una producción entre México y Polonia en 35 milímetros.

Susana Bernal Uribe añadió que ser productora de cine es su pasión. “Me encanta hacer cine y sí, sí implica riesgos económicos; tiene que haber inversionistas que sepan que deben tener la idea de que mucho del dinero se puede ir a fondo perdido. Hay que tomar esos riesgos; este es nuestro primer trabajo como productora. Joaquín del Paso y yo nos conocimos a finales del año pasado, justo cuando él regresó de Polonia, donde estudió en la Escuela Nacional de Lotz, una de las de mayor prestigio en el mundo en materia de cine. Viene de ese campus y decidimos crear esta empresa, Cinco Films.

“Esta empresa, Maquinter, donde estamos rodando, se va a mudar en un mes, y decidimos correr el riesgo del tiempo y de la inversión. Estamos seguros de que nos va a ir bien, porque el tema en torno del cual gira son los oficinistas, su vida interna, sus relaciones humanas, con la particularidad de una oficina. En México, gran parte de los asalariados son oficinistas, igual que en las grandes capitales. En todas partes se dan esas relaciones delicadas, frágiles. Nos interesa este tópico, porque muchas personas se van a identificar con las situaciones y los personajes. El género es híbrido, es un drama, comedia negra... el guion lo escribieron Del Paso y la inglesa Lucy Pawlak, de la misma escuela de Joaquín. Se escribió primero en inglés y tiene tintes de comedia negra inglesa; en la traducción al español se trasladó el humor, manteniendo la acidez de dicha comedia y el humor mexicano, chistoso.

El poder es una de las aristas importantes, porque hay un suceso inesperado que hace que los oficinistas queden encerrados durante tres días y traten de salvar la empresa que está en quiebra, de lo contrario su trabajo se va. Es una situación extrema al estar encerrados; es algo también absurdo. Es entonces cuando empiezan los juegos de poder. Están ahí los vendedores, un contador, el de mayor poder; éste mueve para que los trabajadores hagan cosas. Está el grupo de las secretarias y el antagonista del contador, que es el de sistemas, quien quiere sabotear el plan del contador. Hay situaciones que más que ruborizarnos van a hacer que veamos lo vulnerables que son los seres humanos. Hay quienes van a perder su poder, su jerarquía y su trabajo. Son los últimos esfuerzos para ser alguien. Hay sentimientos bloqueados por el simple hecho de ser compañeros de trabajo. No se conoce mucho al de al lado, regularmente.

Los juegos de espejos serán evidentes ante una realidad en la cual los jóvenes mexicanos enfrentan problemas para emplearse, y los que lo logran lo hacen por 5 mil pesos, o menos, al mes, en jornadas extenuantes. “Globalmente, esta película refleja lo importante que se vuelve el trabajo en la vida de las personas, cómo los domina. Es entrar en jaque. ¿Qué queda de ti? Esta podría ser una de las anécdotas. Otra es el miedo del ser humano a cambiar, a dejar algo seguro? Se recibe la quincena para el pan y eso estaciona. La gente se burocratiza. La mayoría de los personajes son gente que ya lleva 20, 30 años en la misma empresa. Sólo hay uno que lleva 18 años. Hay despidos en las empresas cada cierto tiempo para que la gente no haga antigüedad, y está el outsourcing, la contratación por fuera de particulares. Y hay empresas volátiles. Nosotros nos centramos en la vieja escuela de las oficinas, donde la gente es como una familia y es valorada de otra manera”.

Interesante dinámica

Los protagónicos son actuados por Javier Zaragoza, César Panini, Edmundo Mosqueira, además de actores no profesionales, pero que fueron elegidos por medio de un casting. “Algunos salieron de esta misma empresa. Abrimos un casting y llegaron como 300 personas. Seleccionamos 10 actores. La mayoría no es conocido, pero han dado una dinámica interesante”.

Maquinter tiene 50 años de historia y es mexicana. Acabaremos en dos semanas, seguirá la posproducción y estrenaremos dentro de un año, en el circuito de festivales nacionales. Buscaremos después un distribuidor. Yo estudié dirección de cine en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos, pero siento inclinación hacia la producción, es como... ser jefa de finanzas, de recursos humanos, de cocina... a mí me llegan todos y sé todo de todos. En el guion no me metí en el sentido literario, pero sí estuve involucrada. Doy libertad creativa.