Madrid, jueves 19 de junio.

Felipe de Borbón asumió la corona de España el primer minuto de este jueves sin que mediara ceremonia alguna. Juan Carlos firmó este miércoles la ley de abdicación con la que puso fin a un reinado que inició el 22 de noviembre de 1975, cuando fue designado por el dictador fascista Francisco Franco como su sucesor y posteriormente fue respaldado por la mayoría de los ciudadanos con un referendo para aprobar la Constitución española de 1978, en la que se constituyó la monarquía parlamentaria que hoy rige en el país.

Felipe Juan Pablo y Alfonso de Todos los Santos Borbón y Grecia será coronado este jueves en una sesión solemne en el Congreso de los Diputados sin que se convocara a una consulta democrática exigida por cientos de miles desde que se anunció la abdicación, el pasado día 2.

Juan Carlos de Borbón sancionó su última ley como jefe del Estado español en un acto al que asistieron representantes de los tres poderes del Estado: Mariano Rajoy, del Ejecutivo; Jesús Posada y Pío García-Escudero, en su calidad de presidentes del Congreso de los Diputados y del Senado, respectivamente, y Carlos Lesmes y Francisco Pérez de los Cobos, como máximos representantes del Poder Judicial.

Acudieron asdemás su esposa Sofía, y dos de sus tres hijos, el príncipe Felipe y la infanta Elena. No asistió ningún representante de la familia de la infanta Cristina y de su marido, Iñaki Urdangarin, apartados de todos los actos oficiales desde que se reveló la trama de corrupción a gran escala orquestada por el ex deportista olímpico, a quien se acusa del desvío de más de diez millones de euros del erario.

Esta capital fue tapizada con banderas españolas y se adornaron con flores las calles donde pasará la comitiva real, mientras en el seno de las agrupaciones republicanas hay descontento e indignación ante la prohibición, ratificada por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, de celebrar una marcha para reclamar la celebración de un referendo para elegir entre monarquía o república.

Al igual que hizo el gobierno, los magistrados alegaron problemas de seguridad para negar el derecho a la manifestación, que emplazaron para otro día que no coincida con los actos previstos para la coronación de Felipe VI.

La Coordinadora Republicana de Madrid solicitó a los jueces que hagan un ejercicio de cordura y de honestidad y permitan esta manifestación, puesto que no pretende en ningún caso interferir en los actos oficiales, sino que sólo pretende ejercer el derecho irrenunciable de ciudadanos a manifestar sus opiniones en la calle.

El reclamo también se escuchó desde el mundo de la cultura, con la firma de un manifiesto en el que se exige un referendo inmediato. Entre los firmantes figuran los músicos Luis Eduardo Aute, Miguel Costas (de Siniestro Total), Jesús Cifuentes (Celtas Cortos), Luis Pastor o Jorge Ilegal (Ilegales); escritores como Almundena Grandes, Luis García Montero, Jesús Urceloy y Marcos Ana (reprimido por la dictadura franquista) y actores y actrices como Pilar Bardem, Asunción Balaguer, Benito Rabal y Willy Toledo.

Una muestra de la organización apresurada y deficiente del proceso exprés de coronación fue la acreditación a los medios de comunicación por el gobierno. La Secretaría de Comunicación, que pertenece a la vicepresidencia de Soraya Sáenz de Santamaría, convocó en el Senado a los más de mil periodistas acreditados, donde –se suponía– les darían sus acreditaciones para superar los numerosos controles policiales diseminados en toda la ciudad. Algunos periodistas –los más afortunados– sólo tardaron cuatro o cinco horas en recoger su documento, otros –los más desesperados– aguantaron diez horas, o hasta que les dijeran que finalmente su acreditación no había sido autorizada.

Así le ocurrió al fotógrafo de la agencia France Press, Pedro Armestre, ganador de la última edición del Premio Internacional de Periodismo Rey de España. Al parecer le fue denegada la acreditación porque durante los últimos años también ha cubierto como fotoperiodista acciones de Greenpeace, según explicó él mismo.