Las artes plásticas en el País Vasco se inscriben dentro de la vanguardia europea y, aunque las instituciones han cortado el grifo a consecuencia de la crisis económica, hay muchos artistas que se han visto forzados a salir al mundo, eso es bueno, señala el artista vasco Gorka Larrañaga, quien participa en la exposición Euskal Dirdira Mexikon: resplandor del País Vasco en México que se inauguró el martes por la noche en Estudio Lofft.

La muestra, patrocinada por la Delegación de Euskadi en México, la embajada de España en México y otras instituciones, incluye obras de Naia del Castillo, Luis Candaudap, Fernando Biderbost, Aitor Etcheverria, los hermanos Vicente y Fernando Roscubas, y Larrañaga.

Momento difícil para la cultura

En entrevista, Gorka Larrañaga (Azkoitia, 1974) expresó: Realmente creo que el arte en el País Vasco está en un momento difícil por toda la cuestión de la crisis económica que siempre toca primero a la cultura, además de que el arte se considera como un objeto de lujo. En ese sentido artistas como los hermanos Roscubas, que exponen aquí y venden mucha obra a varios museos del País Vasco, me decían que la política de adquisiciones se ha bloqueado, que los museos no compran arte, y las instituciones que más apoyan al arte han cortado el grifo (de los recursos). En este momento muchos artistas dentro de ese circuito institucional se han visto forzados a buscarse la vida en otros sitios y salir al mundo; eso es una cosa buena.

En general, añade, la producción artística es de muy buena calidad, conceptualizada y preparada, y busca estar dentro de los parámetros de la vanguardia europea, se hace mucho arte tecnológico, arte sonoro, y sí hay jóvenes muy reconocidos a nivel estatal y europeo que salen del País Vasco.

Lo que se valora un poco menos son los medios convencionales, como la pintura o el grabado, agrega Larrañaga, quien vive en México desde hace nueve años pero mantiene contacto con los creadores vascos. En el País Vasco hay grandes pintores que tienen que salir a buscarse la vida. Aitor Etxeberria o Fernando Biderbost y me contaban eso: que hoy es difícil vender pintura en el País Vasco.

Algo de lo que más se hace son instalaciones, por ejemplo, y esto se debe a cuestiones de políticas curatoriales y tendencias del mismo arte contemporáneo. Creo que lo que más se está haciendo ahora es relacionar asuntos y llevarlos al campo de la instalación, relacionándola con la fotografía o con una conceptualización muy profunda, y también se vincula el arte con la sociología, la filosofía. Es lo más fuerte se hace y lo que más priva desde las políticas culturales.

El arte en el País Vasco busca abrirse al mundo, y en general creo que los vascos tenemos la tendencia de salir, de ir al mundo, es curioso con los pocos que somos siempre vas a algún sitio y te encuentras a un vasco. Creo que los jóvenes también están dentro de esa tendencia, pero el arte que se genera a nivel de vanguardia creo que está globalizado.

La muestra Euskal Dirdira Mexicon..., montada en Estudio Lofft, terminará a finales de julio. La dirección es Cuauhtémoc 158 B-4, Colonia Tizapán, San Ángel. La página electrónica.