Kawhi Leonard fue designado el Jugador más valioso de la final de basquetbol
Lunes 16 de junio de 2014, p. a35
Miami, 16 de junio.
Los Spurs de San Antonio alcanzaron su quinto título de la NBA al vencer la noche del domingo en su cancha al Heat de Miami 104-87 en el quinto partido de la final, impulsados por destacadas actuaciones de Manu Ginóbili, Kawhi Leonard y Patty Mills.
Ginóbili terminó con 19 puntos, Leonard aportó 22 tantos y 10 rebotes, y el australiano Mills estuvo inmenso desde la larga distancia con cinco triples y 17 cartones, para dar a los Spurs su quinto título como franquicia, luego de los ganados en 1999, 2003, 2005 y 2007.
Leonard, el alero de 22 años con un notable desempeño en los pasados tres partidos de la serie, fue recompensado con el trofeo al Jugador más valioso de la final.
Tim Duncan aportó 14 puntos y ocho rebotes, y se llevó su quinto anillo de campeón, mientras el francés Tony Parker colaboró con 16 cartones y se adjudicó su cuarto campeonato.
Para los Tres grandes de San Antonio y su entrenador, Gregg Popovich, la victoria representó una dulce venganza de la final del pasado año ante Heat de Miami, cuando los Spurs se quedaron a seis segundos de ganar el título, al perder los últimos dos partidos de los playoffs.
Popovich alcanzó también su quinto trofeo de campeón en 18 temporadas con Spurs de San Antonio, la racha de permanencia más larga de cualquier entrenador de un equipo profesional en Estados Unidos.
Por Miami, una vez más su astro LeBron James sacó la cara con un doble-doble de 31 puntos y 10 rebotes, seguido de Chris Bosh, con 13 cartones, y Dwyane Wade con 11.
Ginóbili, el más laureado
Ginóbili se ratificó como el jugador latinoamericano más laureado en la NBA, al alcanzar su cuarto anillo de campeón, misma cifra que el base francés Tony Parker; mientras, Duncan obtuvo su quinto gallardete.
El partido lo definió la banca de los Spurs, que bajo la batuta de Ginóbili y Mills aportó un total de 46 puntos, por sólo 24 del Heat.
El argentino Ginóbili fue el arma que utilizó el coach Pop para frenar a un Heat de Miami que salió como fiera herida y que en un pestañazo se había ido arriba en el marcador 22-6, con James anotando 12 puntos en el tramo.
El ingreso de Ginóbili le cambió la cara a San Antonio, que de a poco fue acortando distancia, gracias a seis puntos del argentino y dos buenos pases suyos para encestes a profundidad de Leonard y Patty Mills.
Los Spurs lograron meterse en el partido gracias al accionar de su banca, que en ese primer tramo aportó 12 tantos, aunque el Heat se llevó el parcial 29-22 a remolque de 17 cartones y seis rebotes de LeBron.
Popovich leyó correctamente las intenciones del Heat, y controló a James en el segundo cuarto con una doble marca de Diaw y Leonard. El astro de Miami se apagó en el tramo, con sólo tres cartones.
Mientras, los Spurs iban descontando, y apretando la defensa, hasta que con una racha de 11-0 le dieron vuelta a la pizarra para tomar el comando del partido por primera vez en la noche 37-35.
Ginóbili volvió a salir de la banca con la mano bendita en medianía del segundo cuarto, y en rápida sucesión ligó ocho puntos seguidos, incluidos un triple y una volcada espectacular.
En el tercer segmento, Kawhi Leonard dio recital de juego y Mills puntería de largo alcance, para que los Spurs se distanciaran 77-58.
Con la historia ya escrita, Miami dio patadas de ahogado hasta la mitad del último cuarto, cuando con un concluyente 92-72 en la pizarra, el entrenador Erik Spoelstra mandó a la banca a LeBron James.
Miami se desdibujó en los últimos tres partidos, y no fue ni sombra del equipo que ganó con autoridad los campeonatos de los últimos dos años.