Ante el incremento en el número de denuncias de padres de familia por acoso escolar a sus hijos que involucran a docentes, el dirigente del gremio magisterial, Juan Díaz de la Torre, afirmó que si hay algún ciudadano que violente a alguien, y hay una demanda, se debe aplicar el derecho.

En breve entrevista, tras participar en el Foro de Consulta Nacional para la Revisión del Modelo Educativo de formación básica, insistió en que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) buscará la aplicación de nuevas regulaciones para la convivencia escolar, así como de protocolos de acción para docentes, padres de familia y alumnos.

Antes, durante su participación en el encuentro, aseguró que empoderar a la escuela para que se convierta en el centro de una convivencia sana en las comunidades, demanda la creación de un nuevo pacto social.

Reconoció que actualmente en cientos de localidades no está sucediendo de esta manera, y agregó que es imperativa la reconstrucción del tejido social rasgado en algunos espacios del país por la violencia y el crimen.

No obstante, insistió que en la transformación del sistema educativo no puede haber omisión de ningún actor que forme parte del proceso formativo, y subrayó que el gremio se suma a este esfuerzo con una perspectiva de futuro, pero sin traicionar lo que somos y hemos sido.

Destacó que ante las condiciones que enfrentan cientos de miles de maestros para realizar su labor pedagógica, es una equivocación, desacreditar o estigmatizar a los educadores, porque ningun país podrá alcanzar su desarrollo pleno a partir de estas descalificaciones.

En entrevista por separado, Gilberto Guevara Niebla, consejero del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, señaló que ante el creciente número de casos denunciados por acoso escolar, que incluso incluyen señalamientos a profesores frente a grupo, se debe fortalecer la enseñanza de valores y de los derechos humanos en las aulas.

Sin embargo, reconoció que también es resultado de una sociedad muy triste, con mucha pobreza y que enfrenta una larga historia de abandono, y por lo tanto con un gran resentimiento social.

Estas condiciones de miseria, de abandono y de desprecio por la vida humana se están reflejando en los centros escolares, por lo que insistió en que no sólo hay que enseñar, sino practicar valores.