El silbante Yuichi Nishimura marcó penal inexistente
Neymar salió al rescate del Scracht en el debut de la Copa
El astro llegó a 33 goles en 50 partidos con la canarinha
Autogol de Marcelo había adelantado a los balcánicos
Viernes 13 de junio de 2014, p. a15
Sao Paulo, 12 de junio.
Primero con un gol de buena factura y luego con un penal que no debió ser sancionado, Neymar salió al rescate de Brasil para imponerse 3-1 a Croacia, en el partido inaugural de la Copa del Mundo 2014.
Cuando la sensación que cundía en el estadio Itaquerao era de un amargo empate para el anfitrión, el árbitro japonés Yuichi Nishimura pitó la pena máxima al juzgar que el zaguero croata Dejan Lovren derribó a Fred dentro del área. Pero a todas luces fue una decisión errónea: Lovren apenas tocó al delantero brasileño, quien se tiró al piso.
Neymar cobró el penal, que el portero Stipe Pletikosa alcanzó a rozar pero sin evitar que se fuera al fondo de la red, al minuto 71.
Fue el segundo gol de la noche para el astro, que a pesar de su juventud derrochó talento y temperamento para que los locales dieran la vuelta a un partido que tuvieron contracorriente desde temprano. Oscar, con un gol de puntapié, al 91, apagó las velas en la fiesta verdeamarela.
Al inicio del juego, al minuto 11, Marcelo aturdió al océano de camisetas amarillas que abarrotaron el estadio paulista al abrir el marcador en favor de Croacia, cuando empujó en su propia meta un centro rasante de Ivica Olic.
Sin embargo, Neymar empató por los anfitriones al 29, al abrirse paso por la derecha entre la defensa de los balcánicos y rematar de zurda desde 22 metros, rozando el poste en el ángulo inferior defendido por Pletikosa, quien se vio lento en el lance a ras de pasto.
Lejos de exhibir su mejor juego, más que nada amparándose con los aportes de Neymar y Oscar, el scracht logró aglutinar lo suficiente para embolsarse los tres puntos en el grupo A, cuya primera fecha se completará este viernes con el México-Camerún.
Para su segundo encuentro, Brasil viajará a Fortaleza, donde se medirá con el Tri el martes.
Neymar llegó a 33 goles en 50 partidos con la Seleçao y quedó incrustado en el séptimo lugar de la lista de todos los tiempos de los pentacampeones, igualado con Ronaldinho y Jairzinho.
No hubo sorpresas de entrada. Fiel al once titular que conquistó la Copa Confederaciones, el entrenador Luiz Felipe Scolari puso proa al torneo con Neymar como su carta principal en el ataque y a Thiago Silva para encabezar a la defensa, su fuerte.
Sin embargo, la zaga fue la que menos garantías ofreció a los locales en los primeros compases, en los que Olic y el volante Luka Modric se multiplicaron para un fantástico comienzo del seleccionado croata.
Un centro de Olic fue tocado en segunda instancia por el atacante Nikica Jelavic, filtrándose entre David Luiz y Marcelo, quien lo empujó al fondo. Para Brasil, la campaña por su sexto título comenzaba torcida.
Olic lo había advertido en la previa. Los canarinhos tenían huecos en su defensa, principalmente a la espalda de sus laterales, y el delantero croata tenía intención de aprovecharlos.
Por el izquierdo llegó la mayor parte del peligro de los balcánicos. Dani Alves no encontraba la forma de tapar su banda mientras Scolari resoplaba en el área técnica.
Tal vez sea un equipo que funciona con un sentido pragmático y espartano, alejado del juego vistoso de las selecciones de Pelé, Garrincha y Zico, pero Brasil cuenta con el talento de Neymar.
El anfitrión se arremangó y se puso manos a la obra para revertir el embrollo ante un rival que no tuvo remilgos para complicar a uno de los principales favoritos.
Neymar ratificó el porqué se le señala como la columna vertebral para llevar a Brasil a la final del 13 de julio en Río de Janeiro. Una incursión suya por la derecha, a todo pulmón, derivó en un paso hacia atrás que encontró a Oscar, cuyo remate fue tocado por Pletikosa.
Después de recibir una tarjeta amarilla por propinar un codazo a Modric, con lo que se salvó de la expulsión, Neymar logró el gol que empezó a sofocar el pánico. Eludió a un zaguero en el medio, desbordó por la derecha y pegó el latigazo al ángulo como broche. Casi al mismo tiempo, se encendieron las luces de un sector de la grada que había quedado a escuras en el estadio recién terminado.
El complemento entró en un ritmo lento y la afición no tuvo reparos para empezar a silbar lo que veía. Croacia le hacía el guiño al empate, pero Nishimura entró en escena con el polémico penal.
Faltaban 20 minutos para el final y el cuadro europeo no estaba dispuesta a rendirse. Brasil se echó hacia atrás y vio seriamente amenazada la meta de Julio César. Los papeles habían cambiado y Croacia presionaba.
El cuadro balcánico asumió riesgos y desguarneció su defensa, lo que Óscar aprovechó para cerrar al 91, con lo que el scracht dio el primero de los siete pasos que necesita para su sexto título.
Mal o bien pitado, jugando sin gran brillo, Brasil pudo festejar en el primer capítulo de su Mundial, olvidando por momentos todo el cúmulo de problemas de la organización.