El juez federal Fernando Silva García rechazó prolongar hasta 2023 los derechos exclusivos que tiene la farmacéutica multinacional Merck sobre una sustancia que se utiliza para el tratamiento contra algunas formas de cáncer.

Al negar el amparo a la farmacéutica, el juez expuso que si concedía la protección de la justicia a Merck, ello daría como resultado que sólo una persona pudiera venderla, obteniendo un monopolio indebido.

Según consta en el expediente judicial de ese caso, consultado por La Jornada, en 2013, por medio de su filial Merck HDAC Research, el consorcio solicitó al Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) publicar en su gaceta la patente para el tratamiento que se basa en el uso de la sustancia Vorinostat, comercializada por Merck por medio del medicamento Zolinza.

El IMPI se negó a realizar dicha publicación en su gaceta, por lo que los fabricantes de genéricos pudieron utilizar el Vorinostat para la producción y venta de otros productos con la misma sustancia activa.  Si el juez Silva, titular del juzgado octavo de distrito en materia administrativa, hubiera concedido el amparo con el que Merck impugnó la no publicación, los fabricantes de genéricos hubieran estado impedidos para utilizar el Vorinostat.

De acuerdo con escritos presentados por abogados de la farmacéutica, la patente que Merck obtuvo a escala internacional en 2003, no protege el Vorinostat como sustancia activa, sino el uso que se le puede dar en un tratamiento específico de cáncer.

Información obtenida en manuales de farmacología clínica consultados por este diario indican que el Vorinostat se utiliza para combatir el linfoma cutáneo, un cáncer linfático que se manifiesta en la piel, entre otros padecimientos.