Berlín, 11de junio.

Después de 49 años del fallido concierto en el Waldbühne, el célebre teatro al aire libre de Berlín, el grupo británico Rolling Stones cerró una cuenta con su historia entregándose la víspera a un público de 22 mil personas.

El Waldbühne sigue ahí: su escenario no fue devastado y los escaños no fueron reventados por el publico. En lugar de la destrucción los presentes se entusiasmaron y ovacionaron al vocalista Mick Jagger y a los demás integrantes de la banda, reseñó el Spiegel Online.

Cuando en 1965 los Stones tocaron por primera vez en Berlín, el resultado fue un fracaso histórico y su actuación se tuvo que interrumpir después de 25 minutos por choques entre el público y la policía. El escenario al aire libre fue destrozado por los fans.

Los periódicos de la época, que ya son piezas de valor para coleccionistas, titularon entonces: El campo de batalla de la Waldbühne o Rolling Stones fueron arrollados.

El rocanrol era todavía un género inaceptable por la cultura conservadora y el concierto se realizó en medio de fuertes tensiones sociales en la ciudad dividida por el muro.

Spiegel Online comentó que a pesar de estar en edad de pensionarse, todavía tienen todo para entusiasmar, además el publico también se hizo algo mayor y quizás algo más suave.

Pasaron siete años para que la agrupación regresara a Alemania y cuando las 22 mil entradas se pusieron a la venta se agotaron en ocho minutos.

El tour de Rolling Stones, 14 on fire, se realizó con 34 grados de temperatura, por lo que Mick Jagger se despojó de su saco con brillos después de la primera canción.

En dos horas de programa no es posible tocar todos los éxitos, pero complacieron a los asistentes con 20 de los más de 60 temas que la banda tiene ensayados para esta gira.

You got me rocking, Honky tonk women, Jumping Jack flash y You can’t always get what you want, fueron suficientes para satisfacer los fans bajo el lema, esto es tan sólo roncanrol, pero me gusta.