Masiva demanda para ingresar a la Escuela de Arte Teatral
Auge por estudiar esa carrera, señala su director Gilberto Guerrero
Alarmante situación
de sólo 12 funciones por obra, indica
Sortear múltiples escollos es el reto para unos 600 o 700 jóvenes aspirarantes a cursar las licenciaturas en actuación y escenografía que se imparten en la Escuela Nacional de Arte Teatral del INBA
Martes 10 de junio de 2014, p. 4
Entre 600 y 700 jóvenes abarrotan el Teatro de las Artes del Centro Nacional de las Artes (Cenart). Quieren ser actores.
Algunos vienen de los estados, otros de más allá de nuestras fronteras. Aspiran a obtener uno de los 45 lugares que ofrece la Escuela Nacional de Arte Teatral (ENAT) del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), a todas luces superada por la demanda.
Se quedarán sólo los que tengan espíritu y voluntad de roble para sortear las tres etapas del examen de admisión que exige a los nuevos estudiantes creatividad, imaginación, manejo corporal y actitud de trabajo.
Al concluir la carrera, ¿se sentarán a esperar ser llamados por un productor? No. ¿Tendrán trabajo de inmediato? No. ¿Protagonizarán una telenovela en el canal de las estrellas o una película en Hollywood? No.
Les espera abrirse paso en un mercado laboral terriblemente competido que, además, vive la alarmante
situación de que las temporadas de teatro, que antes duraban 100 funciones, ahora apenas cumplen 12. La opción ante este panorama, dicen en la institución, es enseñar a los alumnos herramientas para la autogestión.
Vínculo con la UNAM
Con todo, la escuela está pasando por un buen momento
, señala Gilberto Guerrero (DF, 1959), quien lleva cinco años al frente de la ENAT. “Al concluir este año habremos estrenado 24 producciones, 14 de la maestría en dirección y siete de exámenes finales de actuación y escenografía a nivel licenciatura.
“Estamos muy orgullosos de nuestra vida académica, es poderosa. Además, nuestros alumnos de escenografía trabajan en la producción de una ópera con estudiantes del Conservatorio Nacional de Música, y en una temporada de danza con los alumnos de la Escuela de Danza Clásica y Contemporánea.
Tenemos también vínculos con escuelas pares en los ámbitos nacional e internacional, y una espléndida relación con el Centro Universitario de Teatro (CUT) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)
.
En entrevista con La Jornada, Gilberto Guerrero, escritor y maestro, considera que existe un auge en cuanto al número de jóvenes que quieren estudiar para ser actores, derivado de la falsa idea que tienen respecto de la carrera.
Por eso, más de uno se siente horrorizado cuando Guerrero, en la plática previa al registro de solicitudes de ingreso, les dice: El éxito y el estrellato como actores no está a la vuelta de la esquina
.
Decenas no saben cuál es la realidad, añade, piensan que se trata de una ruta directa para ser protagonistas de una telenovela, en el mejor de los casos, o que es una puerta de entrada para salir en la televisión, aunque sea de extra, y gozar de 15 minutos de fama
, en el peor.
Ni una cosa ni otra, les insiste el director en esa charla: No jugamos con las ilusiones de los muchachos, les dejamos claro que somos una escuela de formación actoral para el teatro, que las televisoras tienen sus propias escuelas y sus propios estándares. Nuestros alumnos pueden hacer televisión y cine, por supuesto, y lo hacen mejor que los actores de las televisoras, pero no es nuestro objetivo formarlos para ese mercado
.
Quien aun con esas palabras tiene ganas de inscribirse, valora si tienen el perfil que la ENAT pide a sus estudiantes: concentración, condición física, cero adicciones, gusto por el ejercicio, aquí no hay glamour, ni bohemia, entran muy temprano, salen muy tarde, van a perder amistades, no los van a ver en su casa, son 40 horas a la semana de clase, más ensayos sábados y domingos, no hay días festivos, no hay vacaciones, ¿es esto lo que quieren?
Luego de recibir esa información, al menos cien aspirantes de los 600 originales que acudieron en tropel deciden no registrarse a los exámenes de admisión. Pero soló hay 450 lugares para ser evaluados, no podemos ofrecer una atención de calidad a más, no sería un examen serio ni justo
.
Medición de potencialidades
Este año, en 13 minutos se agotaron esos 450 prerregistros, ninguna escuela del INBA acaba en ese tiempo; tenemos el récord, somos la escuela, proporcionalmente, con mayor demanda, pues, por supuesto, las escuelas de música son un hit
.
El siguiente paso es que los aspirantes traigan todos los documentos requeridos; ahí se anulan otros cien prerregistros, ya sea porque no acuden o por alguna irregularidad en los papeles.
Luego, deberán memorizar obras de teatro y otros materiales, estudiar un temario, prepararse para ejercicios con música. Se aplica un examen de conocimientos generales de 70 preguntas: 40 son de lógica, historia, español, arte, literatura y 30 de comprensión de lectura; además, 15 preguntas de una obra de teatro y 15 de un cuento: Pedimos conocimientos mínimos de español, pues los maestros se quejaron en años anteriores que esperaban alumnos de nuevo ingreso con un nivel mínimo de tercero de secundaria, y llegaron muchachos con un nivel de español de tercero de primaria. Por eso, quien no pase el examen de conocimientos generales, aunque sea muy buen actor, no entra
, aclara Gilberto Guerrero.
Después viene un examen de potencialidades, que es “un primer encuentro con los maestros de actuación; ahí se elimina a la mitad. La segunda etapa es la evaluación de maestros de actuación, movimiento y voz. Son profesores para grupos de 15 muchachos, se decide colegiadamente quién continúa a la tercera etapa que es el examen médico ortopédico y foniátrico.
“Durante muchos años los maestros decían que algún alumno no podía ingresar por tener nódulos, por ejemplo. Considero que ninguna razón médica debe excluir a nadie, con esto protegemos el derecho del alumno contra el criterio de un maestro que no es médico.
“Después debe venir a una semana que pareciera de clases, para ver qué tanto se incorporan y son capaces de trabajar en equipo, qué tanto avanzan, qué tanto son permeables para los ejercicios, qué tanto siguen las instrucciones.
Medimos potencialidades, no habilidades terminadas. En esos días reciben clases de teoría, canto, movimiento, actuación. Al final hay una junta plenaria de profesores para una última selección: se quedan 45 como máximo
.
Sin edad límite
A diferencia de otras escuelas del INBA, no hay límite de edad para ingresar a la ENAT: Si alguien de más de 30 años quiere asumir de manera profesional la actuación, aquí la puerta está abierta
.
Gilberto Guerrero reconoce que los 45 seleccionados, que serán distribuidos en tres grupos de 15 alumnos, son pocos para la demanda que tiene la escuela, cuyo edificio, diseñado por el arquitecto Enrique Norten, y que ocupan desde 1994, “está saturado. La Escuela de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda –que también se ubica en el Cenart– y nosotros hemos pedido que nos construyan nuevos edificios. Es un problema, porque nos enfrentamos al divorcio entre el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) e INBA. Conaculta tendría que construirlos, pues todos los edificios del Cenart, excepto el Centro de Capacitación Cinematográfica, son de ellos, aunque las escuelas dependen del INBA. Hay un problema de duplicación de funciones. Por eso, decimos que somos hijos de padres divorciados, unas cosas se las pedimos al INBA y otras al Conaculta.
“Nuestro edificio es extraordinario, las instalaciones son un lujo; no hay una escuela en Iberoamérica que tenga mejores instalaciones que la ENAT, pero ya no nos alcanza, está en su límite para seguir ofreciendo una educación de calidad. Si nos empujaran a aceptar 30 alumnos por grupo no les daríamos la misma atención.
A título personal he propuesto la creación de otra escuela de teatro del INBA en Guadalajara, porque allá la vida teatral ha crecido mucho. Pero la situación no es mejor en otras instituciones, en el CUT de la UNAM entran 15, y esperan a 200 que tratarán este año de entrar
.
–¿Qué les dice a los chicos con talento para la actuación que se quedarán fuera de la ENAT este año?
–La ENAT es una vía para llegar al teatro profesional, muy buena, es cierto, pero no es la única. Hay otras y hay que explorar cómo se quiere llegar a esa vida profesional dedicada al teatro.
“No obstante, nuestros egresados recientes están desarrollándose mejor en el mercado laboral pues, por ejemplo, los de escenografía recuperan un espacio que la escuela perdió hace muchos años.
“La de México es una de las 10 ciudades en el mundo con mayor vida teatral. Nuestros muchachos salen a un mercado muy competido y muy difícil.
“Pero me asusta más pensar en Aguascalientes, donde hay tres licenciaturas de teatro y la vida teatral es muy pequeña, no hay temporadas que duren lo que duran aquí, y eso que lo que sucede en el Distrito Federal es muy alarmante.
“Cuando era estudiante, las temporadas por lo menos llegaban a cien funciones, después bajaron a 50, después compraban 30, ahora sólo 12, es lo que ofrecen Bellas Artes o la UNAM. Estamos en un punto grave. Se necesita revertir esa política a nivel federal.
“Nosotros tenemos otro compromiso: no podemos generar actores que salgan a sentarse a esperar ser llamados, como sucedía con la vieja guardia. Por eso, en el nuevo plan de la licenciatura en escenografía por primera vez estamos formando productores teatrales. Están aprendiendo acerca del marco jurídico que un productor debe saber para giras, visas, aduanas, derechos de autor, contabilidad, gestión, difusión. Por primera vez tendremos productores formados específicamente para serlo, no como sucedía hasta hoy.
Además, a ambas carreras queremos imprimirles un perfil autogestivo, que tengan una voz propia artística, que sean capaces de levantar sus propios proyectos y que se empiece a orientar el trabajo hacia sectores vulnerables de la sociedad, para generar, por ejemplo, espectáculos dirigidos a niños de educación especial, a reclusorios, a zonas rurales. Eso es algo que apenas comenzamos a construir en el plan de estudios, sin que se vuelva un escape del rigor académico. Es una propuesta que a todos nos cambiará la vida
, concluye Gilberto Guerrero.