La avenida Álvaro Obregón se convirtió ayer en un museo rodante, en el que se exhibieron 100 autos clásicos con más de 30 años de antigüedad, para lo cual se cerró de manera parcial dicha arteria, lo que generó caos vial en las calles adyacentes.

A la par de los esfuerzos de automovilistas para evitar el tráfico en la zona, a lo largo del llamado “corredor cultural de Álvaro Obregón se pudieron observar a los lujosos Mercedes Benz y Lincoln, los clásicos Cadillacs y los emblemáticos Renove.

En la exposición, denominada Autos clásicos: calentando motores hacia el récord del auto antiguo, acaparó la atención de los asistentes una réplica del Batimovil, que se usó para la película Batman, exhibida en 1970.

El primer auto mexicano: un Borgward, en cuyo volante hay un calendario azteca, también se abrió espacio en esta exhibición, organizada por las autoridades de la delegación Cuauhtémoc, en coordinación con la Federación Mexicana de Automóviles Antiguos y de Colección.

También destacó un Thunderbird 1967, que perteneció a Agustín Lara, el cual se ha convertido en una pieza de colección por su buen estado.

El jefe delegacional en Cuauhtémoc, Alejandro Fernández Ramírez, anunció que en agosto se buscará romper el récord Guinness con mil 200 automóviles. La marca actual es de 941 vehículos y lo que se propone es llegar a poco más de mil 200, refirió.

Estamos empeñados en recuperar el espacio público, en exaltar la cultura y la historia en sus múltiples facetas, hoy con los automóviles, y qué bueno que se calientan motores para romper el récord próximamente, expresó.