Entre pasillos inundados y salones inhabitables todos los días alrededor de 700 estudiantes toman clases en la secundaria técnica número 52, ubicada en la unidad habitacional Ermita Zaragoza.

Un dictamen de Protección Civil de la delegación Iztapalapa, realizado en septiembre de 2013, determinó que dos inmuebles tienen un nivel de riesgo alto y son inhabitables, por lo que recomienda su remoción y sustitución para garantizar la seguridad de los alumnos y los docentes.

Sin embargo, de acuerdo con los padres de familia ni las autoridades de educación federales ni las locales han hecho eco a sus demandas de mejoría, con el argumento de que no hay presupuesto.

Ubicada sobre una franja de grietas y socavones, la secundaria fue mal construida hace más de cuatro décadas, ya que la parte trasera del predio, donde se ubican los edificios en riesgo, se encuentra metro y medio abajo del nivel de la banqueta, lo que posibilita constantes inundaciones.

El episodio más grave ocurrió el año pasado cuando el agua alcanzó hasta un metro con 60 centímetros, con la consecuente pérdida de equipo, computadoras, herramientas y el acervo de la biblioteca.

Desde entonces, los padres de familia acudieron a distintas dependencias para exigir que se solucione este problema. Logramos que se dictaminara y ahora sabemos del riesgo alto, no sólo por las inundaciones, sino que estructuralmente los inmuebles se encuentran mal, expusieron madres.

Determinan los daños

El dictamen precisa que el edificio A, que alberga los talleres de carpintería, cómputo, informática, biblioteca, servicio médico y tres aulas, hay una separación entre el muro y las trabes, así como fracturas en muros, desprendimiento de material de construcción y exposición de varillas.

La parte trasera de la secundaria está metro y medio abajo del nivel de la banqueta, lo que posibilita las inundacionesFoto José Antonio López

En tanto, el edificio B presenta un asentamiento, cuya losa superior ejerce un empuje hacia el muro del cubo de escaleras en aproximadamente cinco centímetros.

Una parte de los inmuebles se encuentra en desuso y acordonada, pero en otra aún se realizan las clases de los talleres, porque se optó por construir ocho aulas prefabricadas, que aún no están terminadas, refirió la señora

De parte de la delegación se logró que se demolieran dos aulas, en las que se ubicaban la conserjería y una cafetería, así como una barda perimetral, que actualmente está siendo reconstruida, pero las madres de los alumnos piden que las autoridades educativas se hagan responsables y pongan fecha para reedificar la escuela.

Ahora las lluvias se nos adelantaron y estamos alarmados, pero con los sismos la situación se agrava, porque hay rupturas de la red de agua potable y del drenaje, y después vienen las socavaciones. Se debe atender el problema de fondo, porque son vidas las que están en riesgo, apremió Claudia Palomina.

Las autoridades de la escuela pidieron la salida de este medio cuando constataba el estado en que se encuentran los inmuebles, aunque previamente había dado autorización a los padres de familia.