Limbo legislativo
rgucia legal en mano, en Aguascalientes el PRI conformó un grupo parlamentario mixto
sumando a sus diputados los del PVEM, y así logró hacerse de una mayoría que le permite llevar las riendas del Congreso local. Los priístas encabezan las comisiones y comités, incluso algunos legisladores tienen bajo su responsabilidad más de una comisión. Ese ha sido el centro del debate con los diputados de Acción Nacional que, para ser claros, ejercieron las mismas prácticas en el Legislativo durante los 12 años que al frente del gobierno estatal estuvo un panista.
Sin embargo, al grupo parlamentario mixto no le alcanza el número de diputados para hacer una reforma a la Constitución local. Se requieren 18, y el PRI y el PVEM suman 14; en las elecciones PAN y PRD fueron en alianza, tienen siete y dos diputados, respectivamente; en total son 27 miembros de la 62 legislatura, con los dos diputados de Nueva Alianza, uno de Movimiento Ciudadano y uno del Partido del Trabajo.
En la semana, los priístas tuvieron el encargo de modificar el artículo 52 de la Constitución local, pero no pudieron cumplir la tarea de la iniciativa propuesta por el gobernador, por su incapacidad de negociar y abrirse al diálogo; pero sobre todo, por personificar la propuesta, pues un artículo transitorio buscaba ampliar a ocho años el periodo de Fernando González de Luna como presidente del Supremo Tribunal. Las bondades de brindar autonomía a otro poder se amarraron a la relección de facto de una persona.
La obstinación dejó en claro que la iniciativa tenía nombre y, por tanto, un interés ajeno al de ampliar la autonomía del Supremo Tribunal; evidenciados los del PRI, violaron el reglamento del Congreso con tal de salirse con la suya. No lo lograron; al final la propuesta quedó en el limbo y seguramente dormirá el sueño de la congeladora legislativa.
La indispensable autonomía del Supremo Tribunal no será discutida más, y todo por el capricho de pagar un favor.