La dimensión de los eventos ocurridos desde el 18 de abril está en el nivel histórico, dicen
Exhortan a desechar rumores; nadie en la Tierra tiene poder para predecir un temblor: Cruz Atieza
La longitud de la brecha de Guerrero sólo permite hacer estimaciones, no predicciones, señalan
Martes 27 de mayo de 2014, p. 32
Frente a los recientes rumores de que en los próximos meses ocurrirá un terremoto de gran magnitud con origen en la brecha de Guerrero –los cuales han cobrado fuerza y causado alarma en las redes sociales–, investigadores adscritos al Departamento de Sismología del Instituto de Geofísica (IG) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), subrayaron que nadie, en ningún país, puede predecir un sismo
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Los científicos dieron a conocer un documento en el que indican que los tres temblores ocurridos en México en los últimos 40 días, con epicentro en las costas de Guerrero, “no anuncian necesariamente la ocurrencia de otro de mayor magnitud en las próximas semanas o meses.
Nadie en el mundo puede predecir un escenario de esa naturaleza (...) Cualquier afirmación, rumor o certeza de que pronto acontecerá un gran terremoto en esa brecha está infundado científicamente y no debe ser tomado en cuenta
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La magnitud de los tres eventos sísmicos (ocurridos el 18 de abril, de 7.2 grados de intensidad, y el 8 y 10 de mayo, de 6.4 y 6.1, respectivamente, todos ellos cercanos a la ciudad de Papanoa, en la Costa Grande de Guerrero) está dentro del nivel que históricamente se ha observado en la región, por lo que no son extraordinarios, señalaron en el escrito, firmado por el jefe del Departamento de Sismología del IG, Víctor Manuel Cruz Atieza, a nombre de todos los investigadores de esa entidad académica.
En entrevista, Cruz Atieza consideró que los rumores que se han propagado en las redes sociales, de que ocurrirá un sismo de intensidad superior a 8 grados en esa brecha, son infundados y sólo causan alarma, miedo y confusión entre los ciudadanos.
La intención de ese comunicado, dijo, es aclarar todas las dudas provocadas por los rumores de charlatanes
o por malas interpretaciones de información que se ha dado. Queremos que la sociedad tenga una referencia sólida sobre lo que los expertos del tema opinamos. Lanzar pronósticos o asegurar que ocurrirá un terremoto a consecuencia de la actividad reciente es totalmente irresponsable; nadie en la Tierra tiene hoy la capacidad de poder predecir un temblor de esa forma
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Al vivir en un territorio propenso a estos eventos, los científicos del IG exhortaron a la población y a las autoridades –sobre todo de las costas del Pacífico– a acatar las medidas preventivas de seguridad recomendadas por las instancias de protección civil.
La posibilidad de que ocurra un sismo importante en la brecha de Guerrero existe desde hace mucho tiempo, por lo que las medidas preventivas ahora deben seguir siendo las que siempre hay que tomar en zonas sísmicamente activas como lo es, por excelencia, ese estado
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En el documento, los sismólogos de la UNAM destacaron que la longitud de la brecha sísmica de Guerrero permite a los expertos hacer estimaciones, que no predicciones, sobre futuros eventos telúricos. Éstas no son predicciones de lo que sucederá, simplemente son escenarios posibles
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No hay noción del tiempo de courrencia
Resaltaron que cálculos realizados en los años 90 del siglo pasado indican que dadas las dimensiones de la brecha podrían ocurrir uno o dos eventos de magnitud 8 grados Richter (comparables al terromoto que azotó la ciudad de México el 19 de septiembre de 1985, con epicentro en Michoacán), o bien de dos a cuatro de magnitud 7.8. Aunque, acotaron, en estas estimaciones no existe noción alguna del tiempo de ocurrencia de estos escenarios
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Los académicos dieron los detalles de los pasados tres temblores: el que alcanzó intensidad de 7.2 se originó frente a las costas de Petatlán (entre Papanoa y Zihuatanejo), que es la misma zona donde ocurrieron otros dos de dimensión superior (7.6 grados), ocurridos uno en 1943 y otro en 1979.
Temblores de estas magnitudes suelen ocurrir alrededor de cada 35 años
. Mientras los del 8 y 10 de mayo se registraron al sureste de Petatlán, dentro de la brecha sísmica de Guerrero (segmento de la costa que se extiende entre Papanoa al oeste y Acapulco al este) en la que no han ocurrido eventos significativos (magnitud superior a 7.5) desde hace cien años por lo menos.