La Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) estimó que las finanzas públicas ‘‘presentan riesgos de sostenibilidad a largo plazo’’, derivados de una baja recaudación, gastos fiscales excesivos, tendencia inercial y creciente del gasto público, así como del aumento en el saldo de la deuda pública para financiar el déficit presupuestario.

En sus conclusiones de la revisión de la Cuenta Pública 2012, la comisión recomendó al gobierno federal ampliar la base de contribuyentes, cerrar espacios a la evasión y la elusión, así como racionalizar los gastos y estímulos fiscales que, en ese año, representaron 50 por ciento de los ingresos tributarios y 5 por ciento del PIB.

La instancia legislativa refirió que en 2012 los gobiernos de los estados acumularon el mayor número de observaciones, y alertó sobre el crecimiento de su deuda, que ascendió a 434 mil millones de pesos. Sostuvo que, de persistir el crecimiento acelerado de sus obligaciones financieras, incluso sería necesario ‘‘un rescate federal’’.

El documento de la comisión resaltó que en el último año de gobierno de Felipe Calderón, la economía sólo creció 3.9 por ciento y precisó que en la década reciente el PIB aumentó apenas 2.3 por ciento anual, ‘‘nivel insuficiente para crear oportunidades de empleo que demanda la población económicamente activa, que aumentó en 10.5 millones de personas’’.

Destacó que los ingresos petroleros y no petroleros representaron 22.7 por ciento del PIB, en contraste con un gasto de 25.4 por ciento. ‘‘Los ingresos petroleros aportaron 33.7 por ciento de los ingresos presupuestarios totales, proporción que se redujo en los tres años recientes debido a una caída en la producción’’.

Definió que los ingresos públicos no son suficientes para financiar el gasto, ‘‘situación que se agrava por la evasión y la elusión fiscales, así como por el monto de las devoluciones de IVA e ISR, lo que no ha permitido fortalecer la base gravable ni los ingresos tributarios no petroleros’’.

Resaltó como práctica de los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón la transferencia no autorizada de recursos del presupuesto a fideicomisos. ‘‘Desde 2001, la ASF alertó sobre la gran opacidad y riesgo de los fideicomisos, mandatos y contratos análogos, que en ese año era de mil 100, que manejaban más de 662 mil millones de pesos de recursos públicos en forma paralela al Presupuesto de Egresos’’.

Puso de ejemplo del ejercicio discrecional del gasto el aumento de ese recurso en Los Pinos. ‘‘Anualmente se canalizan recursos para cubrir los gastos propios de la oficina del titular del Ejecutivo, incluido el Estado Mayor Presidencial. En 2012 se ejercieron 3 mil 5 millones de pesos’’, cuando la Cámara de Diputados únicamente autorizó mil 986 millones.

También, la forma en que se ejerce el presupuesto en el Congreso, donde ‘‘subsisten rubros en los que la eliminación de la excepcionalidad y mayor transparencia coadyuvarían a un ejercicio racional del gasto’’.