Personas de entre 20 y 40 años, más mujeres que hombres, pueden desarrollar esclerosis múltiple. Hasta ahora la ciencia médica no ha identificado la causa del padecimiento, pero es crónico, progresivo e incurable. En México, de 12 mil a 15 mil individuos viven con ese problema de salud.

La enfermedad ataca al sistema nervioso central. El mecanismo de defensa del organismo daña la mielina –cubierta protectora que rodea las neuronas– y entonces los impulsos nerviosos disminuyen o se detienen. A ello se le conoce como brote y llega a durar de 24 horas a varios días. En ese lapso los afectados pueden presentar síntomas como parálisis parcial de extremidades, alteraciones sensitivas, ceguera temporal de un ojo, alteración del equilibrio y en el control de esfínteres, explicó Erwin Chiquete Anaya, neurólogo, investigador nacional y miembro de la Academia Mexicana de Neurología.

Con cada brote los pacientes van perdiendo una o varias funciones motoras y cognitivas, sobre todo cuando no reciben la atención médica necesaria. El especialista advirtió que las consecuencias del subdiagnóstico pueden ser graves. De acuerdo con información de los institutos nacionales de salud de Estados Unidos, la identificación de la esclerosis múltiple se da luego de que el neurólogo ha descartado la presencia de otros padecimientos.

El 28 de mayo se celebra el Día de la Esclerosis Múltiple. Con ese motivo, el doctor Chiquete comentó sobre el tema y la relevancia de la atención médica oportuna, por el impacto de la enfermedad en la vida de las personas, las cuales ven truncadas sus actividades profesionales, laborales y sociales.

La neuróloga Minerva López resaltó que con un diagnóstico oportuno es posible ofrecer a los afectados una mejor calidad de vida. No es un asunto menor, porque 70 por ciento de pacientes se encuentran en la etapa más productiva de su vida, indicó.

Actualmente existen métodos novedosos para el diagnóstico y seguimiento integral de la enfermedad. Están las técnicas de volumetría cerebral, con las que se puede medir el grado de pérdida de tejido cerebral y, de manera oportuna, ajustar las dosis del tratamiento médico.

El objetivo es reducir la velocidad de pérdida de tejido, lo que en las personas con esclerosis múltiple llega a ser tres veces más rápida que en sujetos sanos, explicó.

Datos de dichos institutos advierten que los síntomas de la esclerosis múltiple varían, porque la localización y magnitud de cada brote puede ser diferente. Después de cada manifestación hay periodos de reducción o ausencia de síntomas, y en ocasiones episodios de fiebre. Baños calientes, exposición al sol y estrés pueden desencadenar otro brote.