Lunes 26 de mayo de 2014, p. 20
Buenos Aires 25 de mayo.
Ante una multitud que se reunió en la histórica Plaza de Mayo, la gobernante argentina, Cristina Fernández de Kirchner dijo hoy que tienen aquí una presidenta que jamás va a traicionar los intereses del pueblo ni los intereses de la nación
y advirtió que mientras haya un solo pobre en la Patria estaremos en deuda con ella
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Destacó que se ha recuperado la noción de patria
en el país, en el acto que significó una verdadera fiesta popular por la recordación de la fecha patria, y mirando a la multitud sostuvo que nunca puede haber revolución sin pueblo
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Advirtió sobre los grandes desafíos que tiene la región en el siglo XXI y convocó a la unidad nacional, pero no cualquier unidad nacional no me interesa la unidad nacional para volver para atrás, no me interesa la unidad nacional para no ocuparse de los pobres, no me interesa la unidad nacional en que tengo que decir que sí a culturas que no tienen nada que ver con nuestra historia y necesidad
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Reseñó que su concepto de unidad nacional es que cada vez podamos entendernos mejor, a partir de la palabra y de ideas claras. Sin agresiones, sin descalificaciones, y sobre todo sin discriminaciones
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En este sentido añadió que le duele como argentina, como mujer, cuando se nos critica porque damos cosas a los pobres o a los negros·(como dice permanentemente la oposición) o al hijo de algún inmigrante
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Llamó a su generación a formular un proyecto de país
y pidió perder el miedo a los desafíos, señalando la urgente necesidad de servir los excluidos, a los pobres y a los que menos tienen
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Más adelante exhortó en esta fecha tan especial a manifestar amor por el otro es mentiroso el que dice que ama a Dios y no se ocupa de su prójimo, u odia a su prójimo. El amor es fundamentalmente ocuparse del otro. Cuando aquel 2 de abril en la Patagonia dije la patria es el otro no pensé en una frase o eslogan porque mientras haya pobres nuestra obligación como argentinos, como cristianos, es precisamente llevar la acción, el gesto, la palabra y la acción, que nos permitan ser coherentes con lo que decimos y hacemos todos los días
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También advirtió que hay algunos que quieren dividir y enfrentar, quieren sembrar cizaña. Voy a seguir trabajando por las ideas que creo, por la fuerza de mis convicciones. Pero les pido que no angustien más a los argentinos, que ayuden a construir esperanza. Que ayuden a generar fe en el país y en las posibilidades que tenemos
, en un abierto llamado ante las hostiles y permanente actitudes de la oposición. La mandataria fue ovacionada al finalizar su discurso.
Este no fue un día cualquiera. La presidente volvió a estar presente en el Tedeum en la Catedral Metropolitana, unas horas después en que la actitud enérgica del papa Francisco puso las cosas en su lugar al señalar que la carta de salutación enviada a la mandataria era auténtica
y no una falsificación, como sostuvo la oposición mediática.
Desde temprano varias columnas de militantes, organizaciones políticas y sociales se concentraron en la plaza especialmente frente a la Catedral Metropolitana, con una infinidad de banderas argentinas y partidarias, en el marco de un operativo de seguridad.
Varias columnas del peronismo entrerriano llegaron al lugar con consignas en favor del gobernador Sergio Urribarri, quien es uno de los presidenciables más populares.
Más tarde ingresaron columnas de organizaciones sindicales nucleadas en la Confederación General del Trabajo oficialista y militantes juveniles del gobernante Frente para la Victoria.
Entre los militantes partidarios y muchas familias sin identificación ideológica, se ubicaron varios camiones del ejército argentino en los que se sirvieron mate cocido y chocolate para hacer frente al frío intenso de la mañana y así el festejo por los 204 años de la Revolución de Mayo fue multitudinario.
Una evidente nueva relación entre el gobierno y la Iglesia fue evidente durante el Tedeum, donde se pidió unidad y diálogo y nuevamente privilegiando el amor y la superación de antagonismos. Desde que monseñor Jorge Mario Bergoglio, fue elegido Papa, con el nombre de Francisco, fueron superándose diferencias y malos entendidos, muchos de éstos creados por la prensa opositora, que después del escándalo con la supuesta falsificación de la carta del Papa en estos días, debió llamarse al silencio, aunque sin disculparse por haber mentido.