Ginebra, 22 de mayo.

La Copa del Mundo 2014 es la más valiosa, lucrativa y costosa en la historia de la FIFA.

Las cifras récord incluyen un premio de 35 millones de dólares para la federación que gane el campeonato, 4 mil millones en ingresos comerciales para la FIFA y 14 mil millones para Brasil.

Los tres millones de boletos en venta para el torneo de 64 partidos están casi agotados, con una demanda sin precedente.

El éxito financiero ya es un hecho; nunca vendimos tantas entradas, afirmó el secretario general de la FIFA, Jerome Valcke, sobre las operaciones comerciales mundialistas.

Sin embargo, la satisfacción del organismo no es compartida por todos en Brasil. Los contribuyentes son los que pagarán la cuenta más abultada.

La cifra de 14 mil millones de dólares es lo que se calcula para construir y renovar 12 estadios, así como mejorar la infraestructura federal, estatal y municipal, además de los planes de seguridad para recibir a 32 equipos y unos 600 mil visitantes extranjeros.

Los gastos provocaron protestas en este país de 200 millones de habitantes, especialmente durante la Copa Confederaciones de junio de 2013, quienes reclamaban mejores escuelas y hospitales, y menos corrupción gubernamental.

La FIFA estima que gastará 2 mil millones de dólares en el torneo, incluso los costos del comité organizador local.

Si Brasil recibe el cheque como ganador del Mundial, los 323 millones de dólares restantes del premio de la FIFA irán a los otros 31 participantes.

Las federaciones también comparten 48 millones de dólares de la FIFA para sus preparativos para el torneo y 70 millones irán a los clubes (mayormente europeos), cuyos jugadores sean seleccionados.

El primer premio de 35 millones de dólares es menos del uno por ciento de los ingresos del organismo devengados a lo largo de un ciclo comercial de cuatro años.

Los medios que transmitirán el torneo y los patrocinadores abonarán la mayor parte de los 4 mil millones de dólares para la FIFA.

Las cadenas europeas de televisión han pagado la mayor parte de mil 690 millones de dólares hasta ahora en derechos para el organismo rector del futbol internacional, según los informes financieros de los tres recientes años.

Seis firmas de primera línea –Adidas, Coca-Cola, Emirates, Hyundai, Sony y Visa– pagan una suma combinada de 177 millones de dólares anuales. El total supera los 708 millones en cuatro años.

Otros ocho patrocinadores de segunda línea –Budweiser, Castrol, Continental, Johnson & Johnson, McDonalds, Moy Park, Oi y Yingli– abonan 524 millones. Otros 120 millones de dólares se han recibido de patrocinadores nacionales brasileños, según los informes financieros de 2011-13.

La FIFA también recibe centenares de millones de dólares por la venta de entradas, además del aporte de las agencias que los derechos de butacas para sus invitados y la licencia para mercancías alusivas.

Los ingresos de la FIFA no pagan impuestos. Los patrocinadores de la Copa Mundial y la prensa también recibieron exenciones como condición para que el país sudamericano consiguiera la sede en 2007.

No obstante, la FIFA también ha hecho inversiones en Brasil. Ha entregado 221.6 millones al comité organizador y le dará más en arreglos de último minuto para pagar por servicios esenciales.

En 2010, la final España-Holanda fue presenciada por 530 millones 900 mil personas, según el promedio mundial de audiencia casera. Más de 900 millones presenciaron al menos un minuto del partido en sus casas y el total general probablemente superó los mil millones de personas si se suman los espectadores en lugares públicos.