Colima, Col., 17 de mayo.

Treinta trabajadores más se sumaron a la huelga de hambre que sostienen siete integrantes del Sindicato Único de Trabajadores de la Universidad de Colima (Ucol). Exigen restituir en el cargo al líder Leonardo Gutiérrez Chávez, reparar las violaciones a 35 cláusulas del contrato colectivo y transparentar el manejo del fondo social de aportaciones al pensionado (Fosap).

En rueda de prensa, Ricardo Antonio Navarro Polanco, integrante del comité de huelga, y profesor del Centro Universitario de Investigaciones Biomédicas, aclaró que buscan dialogar con el rector Eduardo Hernández Nava.

Navarro Polanco señaló: A pesar de parecer una orden y no una negociación, estamos dispuestos a participar en una reunión; iríamos el comité de huelga y los huelguistas. El rector dice que sólo quiere hablar con quienes están en huelga de hambre. Relató que el comité de negociación está integrado por cuatro universitarios, mientras el comité de huelga participan secretarias, personal de intendencia y profesores.

El rector Hernández Nava atendió un llamado del gobernador Mario Anguiano Moreno para dialogar con los inconformes y fijó la cita este sábado por la tarde en el hotel Ceballos, a unos metros del campamento que está instalado frente a palacio de gobierno. Leonardo Gutiérrez propuso que se adelantara la sesión el viernes para que finalizaran el ayuno, pero las autoridades desecharon la petición.

Los inconformes exigen que el manejo del Fosap se apegue al reglamento. Según la última auditoría –realizada por la universidad en 2012– el fondo tenía en esas fechas 330 millones de pesos.

Leonardo Gutiérrez afirmó que la opacidad de ese fondo beneficia a los ex rectores Fernando Moreno Peña y Carlos Salazar Silva, quienes reciben más de 150 mil pesos mensuales y son beneficiados también ex funcionarios de la universidad pero no se aplica a ningún trabajador universitario.

Detalló que Moreno Peña, quien fue gobernador de 1997 a 2003, no cumplió con los 30 años de servicio requeridos para jubilarse, pues tuvo que ausentarse de la universidad para cumplir la función de mandatario estatal, pero aun así está jubilado.

Otra irregularidad que de- nuncian es el descuento del impuesto sobre la renta que hizo la universidad en 2012 a los trabajadores por alrededor de 129 millones de pesos, pero que no pagó al Servicio de Administración Tributaria. La Ucol solici- tó una condonación de ese impuesto y en ese caso, se los tendría que regresar a los trabajadores, comentó.

Además se quejó de que la casa de estudios no paga a tiempo la cuota al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), lo que ha provocado que a varios asalariados se les niegue el servicio Son parte de las 35 violaciones al contrato colectivo de trabajo que no se han subsanado, dicen.