La caída en la producción y el precio de exportación del petróleo mexicano se convirtieron en un riesgo para la recuperación de la actividad productiva y para el financiamiento del gasto público, advirtió el Bank of America Merrill Lynch (BoA-ML).

La producción de petróleo sigue siendo un importante riesgo a la baja para la actividad económica, sostuvo Carlos Capistrán, economista en jefe para México de BoA-ML.

En el primer trimestre de este año la producción de petróleo crudo fue de 2 millones 492 mil barriles diarios en promedio, cantidad inferior en 2.1 por ciento en comparación con el mismo periodo de 2013, cuando se situó en un promedio de 2 millones 544 mil barriles diarios, de acuerdo con información actualizada de Petróleos Mexicanos (Pemex).

La producción industrial (PI) aumentó 3.4 por ciento en marzo, comparada con el mismo periodo de 2013. Esta dinámica representó el crecimiento más grande desde junio de 2012, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía.

En un reporte publicado este jueves, BoA-ML llamó la atención sobre el hecho de que, entre los componentes de la PI, la manufactura subió 6.8 por ciento interanual, con lo que se convirtió en el componente más importante que está sacando a la producción industrial de la recesión.

En tanto, agregó la firma, la construcción y la minería (donde se incluye la producción de petróleo) siguen siendo los mayores arrastres. Previó que el gasto público fortalezca a la construcción. Mientras, apuntó, la producción de petróleo sigue siendo un riesgo importante en nuestra perspectiva sobre la recuperación.

El crecimiento del sector minero, en el que se incluye la extracción de petróleo, es un riesgo actualmente dado que la producción de crudo cayó 2.1 por ciento anual en el primer trimestre de 2014, último dato publicado oficialmente, y ha ido descendiendo a un promedio de 1.5 por ciento anual durante los últimos 13 meses, puntualizó Bank of America Merrill Lynch.

En nuestro escenario base la producción de petróleo en 2014 se mantendrá sin cambios contra la producción de 2013, pero la caída del primer trimestre sigue representando un riesgo a la baja, comentó.

Junto a la baja en la producción, las divisas que ingresaron por exportaciones mexicanas de petróleo cayeron 11 por ciento anual en el primer trimestre del año, comparado con el mismo periodo de 2013, según datos oficiales citados por el especialista.

En el primer trimestre de este año, el valor de las exportaciones de crudo realizadas por Petróleos Mexicanos fue de 9 mil 888 millones de dólares, cantidad que representó una caída de 11 por ciento en comparación con el mismo periodo de 2013, cuando sumaron 11 mil 142 millones de dólares, de acuerdo con datos de la compañía petrolera.

El volumen de las exportaciones también retrocedió. En el primer trimestre de este año Petróleos Mexicanos vendió al exterior un promedio de un millón 191 mil barriles diarios de crudo, cantidad menor en 1.07 por ciento a la del mismo periodo de 2013, cuando las exportaciones promediaron un millón 204 mil barriles por día, según datos oficiales.

La caída en la producción petrolera no fue la única causa de la disminución en el ingreso de divisas por exportaciones y en los ingresos captados por el gobierno que están relacionados con la venta al exterior de petróleo, expuso BoA-ML. En el primer trimestre de este año el precio de la mezcla mexicana también disminuyó 11.1 por ciento, comparado con el nivel de un año antes, agregó.

En los primeros tres meses del año el precio promedio de la mezcla mexicana de petróleo de exportación fue de 92.28 dólares por barril, cantidad menor en 10.40 por ciento al precio para el periodo comparable de 2013, cuando se situó en 103 dólares por barril, de acuerdo con Pemex.

Por la disminución en las exportaciones de petróleo, los ingresos del gobierno relacionados con la explotación del crudo se redujeron en el primer trimestre de este año a 289 mil 686.7 millones de pesos, 0.7 por ciento menos que en igual periodo de 2013, mencionó la firma al citar datos de la Secretaría de Hacienda.

La explotación del petróleo provee un tercio de los ingresos con los que el gobierno federal financia el gasto público.

Como resultado vemos un doble riesgo del petróleo: de manera directa, a través del comportamiento minero de la producción industrial, e indirectamente a través de los menores ingresos que podrían limitar la capacidad del gasto público, apuntó el banco.