Es falso que el público en México esté peleado con la música contemporánea, sostienen los compositores Horacio Uribe, José Julio Díaz y Juan Pablo Medina.

Poco a poco, las personas se han ido saliendo de su confort auditivo y buscan cada vez más cosas nuevas que escuchar. Aparte de que se ha ido cayendo la idea de que la música contemporánea sólo son ruidos y disonancias, señalan los autores, quienes integran el comité de selección del 36 Foro Internacional de Música Nueva Manuel Enríquez, cuyas actividades comenzaron ayer y terminarán el 6 de junio.

El creciente interés en el país por la música de reciente creación, según los tres artistas, está relacionado con el notable incremento en el número de compositores mexicanos de alto nivel que realizan su trabajo en el ámbito nacional como en el extranjero.

A ello se suma, destacan, que son más los intérpretes solistas y en ensambles que han optado por esa vertiente del arte sonoro.

En entrevista, Uribe, Díaz y Medina mencionan que tan sólo en la versión del año pasado del foro, la mayoría de los conciertos registraron llenos y en algunos las salas fueron insuficientes.

Otro aspecto que da cuenta de ese interés por la música contemporánea, dicen, es que han proliferado en diversas partes de la República varios esfuerzos e iniciativas relacionados con esta expresión.

El Foro Manuel Enríquez ya no es el único espacio para la música contemporánea, como ocurrió durante varios años, desde su creación, en 1978, explican.

Ahora hay más festivales y ciclos en diferentes puntos de México. Sin embargo, el foro sigue siendo el espacio más grande e importante para la música contemporánea, no sólo en el país, sino en el continente.

Intercambios y sinergias

En su condición de programadores del foro Manuel Enríquez para este año, que incluye 26 conciertos y cinco conferencias, los tres compositores precisan que la tendencia está enfocada a privilegiar la obra orquestal y los estrenos, algo que en la música nueva resulta muy difícil en otros espacios.

Destacan que en el concierto inaugural de ayer en el Palacio de Bellas Artes, con la Sinfónica Nacional, se estrenó una obra de Mario Lavista, uno de los autores mexicanos vivos más importantes a escala internacional. Es la primera vez en la historia del foro que se interpreta una partitura del autor.

Entre los conciertos de mayor relevancia, señalan los dos que ofrecerá el reconocido Cuarteto Arditti, que celebra el 40 aniversario de su fundación; el concierto-homenaje al compositor Manuel Enríquez, fundador de este foro, con motivo de su vigésimo aniversario luctuoso, así como el que realizará el ensamble Fonema Consort, al lado del compositor Julio Estrada, con su obra Mictlán.

Una de las novedades de esta versión es el programa que por vez primera se dedica al público infantil, mediante una exposición interactiva de esculturas sonoras de los hermanos François y Bernard Baschet, que tendrá lugar el 17 y el 18 de mayo en el vestíbulo del Palacio de Bellas Artes.

Quisiéramos poco a poco ir ampliando esta cuestión del Foro niños. Ahorita es un experimento, pero con el tiempo queremos ir haciendo diferentes actividades vivenciales y sensibles, aclara Horacio Uribe, quien es titular de la Coordinación de Música y Ópera del Instituto Nacional de Bellas Artes, instancia organizadora del encuentro musical.

A diferencia de ediciones pasadas del foro Manuel Enríquez, en la de este año hay una abundante participación internacional, con la representación de 31 países, sea a través de la obra de compositores o la de intérpretes.

Tener tantos países indica que el foro ha registrado un crecimiento. Esto tiene pros y contras. Aparentemente uno de los contras es que no se toque tanto la obra de mexicanos, pero el pro es que podremos ver y escuchar lo que se hace en otras partes del mundo, y eso es sano para los compositores locales, considera Uribe.

Eso ayuda también a establecer relaciones entre compositores e intérpretes nacionales con sus pares de otros puntos del mundo, y eso genera intercambios y sinergias.

A decir de Uribe, Díaz y Medina, dos fueron los criterios para armar la programación de este año: “El primero, que los conciertos no rebasaran el tiempo que puede aguantar un escucha promedio, es decir, que no fueran muy extensos.

Y el otro, que en los conciertos existan contrastes entre las obras tocadas; es decir, que no prevalezca una sola idea de pensamiento y que haya piezas oscuras, transparentes, alegres y filosóficas.

Las actividades del 36 Foro Internacional de Música Nueva Manuel Enríquez tendrán lugar en el Palacio de Bellas Artes, en las salas Principal y Manuel M. Ponce; el auditorio Divino Narciso, de la Universidad del Claustro de Sor Juana, y la Iglesia Evangélica Luterana de México.

De igual manera, en los museos Nacional de Arte y Universitario de Arte Contemporáneo, de la Universidad Nacional Autónoma de México, además del auditorio Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes, el auditorio Silvestre Revueltas, del Conservatorio Nacional de Música, y el Centro Mexicano para la Música y las Artes Sonoras, en Morelia, Michoacán.