El DF, ¿la joya de la corona?
Dos visiones priístas
Debilidad perredista
í, nos confirman: el PRI está dispuesto a todo con tal de gobernar el Distrito Federal, aunque hay un bando de priístas muy respetables que aseguran que esa organización, hoy en la Presidencia de la República, ni le interesa ni le hace bien –políticamente hablando– tomar el control de la administración de la ciudad de México.
Hay, como se ve, dos bandos. Unos quieren el DF como la joya de la corona y han elaborado proyectos que plantean la necesidad de que el PRI gane las elecciones intermedias y luego la jefatura de Gobierno, pero advierten que debe iniciarse ya un proceso que determine con certeza cuáles son las condiciones electorales que se tienen en la capital, las cuales, indican ellos, no son favorables al PRD.
En este bando se tiene en cuenta que el partido en manos de los chuchos, el PRD, no haría gran oposición a las posibilidades priístas en ciertas delegaciones. Una de ellas es Cuauhtémoc, donde el trabajo de los programas sociales federales, cuentan los del PRI, ha entrado con gran fuerza y aceptación. En ese renglón, el de ganar algunas delegaciones, todos parecen estar de acuerdo.
Y es que más allá de los que quieren la joya de la corona, hay otros que tienen en mente otro proyecto. Para ese grupo la idea es ir menoscabando el poder que el PRD mantiene, principalmente, en la burocracia. Advierten, eso sí, que es prácticamente imposible luchar en contra de los programas sociales del gobierno de la ciudad, pero argumentan que hay fatiga de votantes, lo que pretenden aprovechar para dar el salto electoral.
Por eso establecen que hoy por hoy ganar la jefatura de Gobierno parece un despropósito, no así ir restando poder al perredismo, consiguiendo el control de las delegaciones, que es donde, aseguran, se ha debilitado el poder perredista, y si a ello se suma que desde Nueva Izquierda no habrá oposición en la lucha por las delegaciones, entonces, dicen, se puede empezar a sumar
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De cualquier forma, el factor con el que se topan todos los diagnósticos, y la mayor parte de las especulaciones priístas, es Morena. Para ellos, en el PRI aún no esta claro si Morena irá a la elección de 2015 aliado con el PRD, aunque en las filas del nuevo partido se tiene descartada esa posibilidad.
En el bando que no considera este momento político como el más pertinente para ir por la jefatura de Gobierno hablan de la oportunidad que les proporcionaría que Morena y PRD fueran cada uno por su lado a la elección, aunque no cuentan con que el PRD está muy por debajo de las expectativas que se han querido formar algunos militantes, porque el chuchismo en el DF no existe como fuerza hegemónica y Morena crece y crece, sin hacer mayor ruido.
De cualquier forma, para el jefe de Gobierno de la ciudad de México los planes priístas de menoscabar su gobierno a partir de hacerle perder delegaciones y diputaciones, cosa de la que él debe estar muy bien enterado, debe cuando menos ocupar algún sitio en sus preocupaciones diarias, porque la matemática política asegura que después del 15 sigue el 18, y no hay tiempo de descanso. Ni modo.
De pasadita
Hoy, en un hotel del Centro Histórico, el director del Instituto de Verificación Administrativa, Meyer Klip, habrá de relatar una historia del Gobierno de Miguel Ángel Mancera digna de tomarse en cuenta. Se trata de la batalla por la honestidad, que aún no concluye, pero que tiene avances que no se pueden obviar.
Hacer la vida cada vez más segura en la ciudad de México es uno de los resultados que trae consigo la honestidad. Ser honesto y buscar que en todos los ámbitos que nos rodean se levante la bandera de la honestidad, es impedir que la impunidad siga abriendo brecha en nuestro país, y que ello se transforme en una constante delictiva que afecte nuestras vidas. Por eso el Invea ha cobrado importancia en nuestra cotidianidad. Nada más.